Querida mamá:
Tenía pensado escribirte una carta super optimista. El día
había salido redondo. O eso parecía. Un mensaje de Mari Carmen, la madre de la
rubia me hizo tener serias dudas…”Nena, no hay dos sin tres…esperemos que la
tercera sea buena también hija”. De verdad que lo leí y me entró algo por el
cuerpo, pensé Dios quiera que no haya una tercera porque será malo seguro.
Tu nieto es ideal. Está perfecto. Es más del estilo de
Adriana que de Pacololo. Poquita cosa. Ideal, guapo, sano… te pongo alguna foto
de él conmigo, que para eso soy su tía y su madrina.
Después del parto, tenía el examen de inglés. Allá que me
presenté con 20 minutos de retraso, pero avisando al profesor. Salí del Materno,
llegar a casa a coger las cosas y llegar al examen. Tras terminar, muy feliz.
El profesor me valoró muy positivamente. Me dijo que de gramática iba muy bien,
de vocabulario también, que en la conversación me veía muy suelta, con errores
propios de la inexperiencia, pero que me veía con mucha conversación…y que me
falla el listening. Total, aprobé y me dijo que para julio podría tener el
título que necesito para poder empezar el doctorado. Así que el día me pareció
bueno. Después de recoger a las niñas del cole, darles la comida, ir a la
academia, volver al hospital para ver a Ana y el niño llegué a la casa. Al
conectarme a internet leí un comentario de Pilarín que me dejó descolocada. Muy
optimista, pero entre letras pude leer algo raro. Le escribí por el móvil para
saber si pasaba algo y me confirmó lo peor. Tiene cáncer mamita. El maldito
cáncer otra vez. Sólo tiene 33 años y ha tenido que ser operada. Ella perdió a
su madre como yo. Yo nunca fui capaz de consolarla, ella sí lo ha sido. Ha
venido a verme, hemos salido después de tu marcha a cenar juntas, me ha dado
palabras de apoyo y ánimo siempre. Cuando leí lo que me decía me vine abajo
mamita. No doy crédito aún, pero me he propuesto ayudarla. Ella tiene familia y
muchos amigos que la adoran, pero yo voy a estar ahí, hasta donde ella quiera
que esté. Pero la voy a apoyar en todo lo que me necesite y si no me necesita,
que me sienta, que sepa que yo también la quiero mucho. Sé mamá que te pido
muchos favores con frecuencia…pero este te ruego me lo concedas de verdad.
Necesito que ayude a que todo le vaya bien a Pili. Ayúdale a superar sus miedos
con toda su fuerza y que tenga vitalidad y energía para superar el camino que
le queda por recorrer para terminar de vencer el cáncer maldito. Céntrate en ella mamita. Hazlo porque tú sabes
que ella siempre me ha querido mucho…
Te quiero mamita, no me olvides…acuérdate de Pili.


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