Querida mamá:
Yo sé que cuando me leas te va a parecer una tontería, pero
no sabes lo mal que me encuentro. Al final ir a ver a Pablo Alborán ha sido un
desastre. He tenido una experiencia que sin duda marcará mi antes y después. Tú
sabes que siempre he sido “la tía guay” de mis sobrinos. Siempre con ganas de
hacer cosas, la valiente por subirme en las atracciones que dan más miedo, la
que se lleva a 9 niños a un cine sin importarme lo que supone llevar a tantos
niños, la que hace una cola de siete horas para conseguir un autógrafo… pero
creo que eso se va a terminar.
Después de estar tres días organizando todo para poder ir a
hacer cola y esperar a Pablo Alborán, apenas he podido mirarlo. Había allí un
señor que supongo sería el manager. Me vio entrar con Pablito y una fotografía.
Pablo tenía el cd y yo una foto que me compró Chari en el concierto, al que no
fui porque tú acababas de fallecer para ver si me la firmaba para los niños de
la Fundación Jaime Alonso. El hombre con tono muy desagradable me dice “La foto
no se la puede firmar” y yo le respondí “perdone es que es para una Fundación”
y su respuesta fue “¿Usted sabe leer? Es una firma de disco”. Yo insisto y le
digo que lo sé, pero que llevo 7 horas y 40 minutos con un niño de 4 años
esperando a Pablo Alborán y que sólo quiero que me firme la foto para la
Fundación. (Yo había prometido a mis niños de la Academia que tendrían el
autógrafo de Alborán como lo tienen de Antonio banderas, Daniel Hierrezuelo, el
Real Madrid de fútbol entre otros… ) Pero el hombre de mala manera me quita la
foto de la mano y me dice que “todo el mundo cuenta rollos de estos”. Mi cara
se quedó desencajada. Me estaba tratando fatal con la ilusión que yo tenía de
ver a Pablo Alborán. Me tocaba ir a la firma y me acerco con Pablito, me dirijo
a Pablo Alborán para decirle que el señor me ha quitado la foto y que era para
una Fundación de niños. Alborán le pide la foto y mientras yo le digo el nombre
de la Fundación el señor me coge del brazo y me dice que salga ya “ha
conseguido lo que quería no, pues váyase” y me “invita” a salir de muy mala
manera sin dejarme darle el beso ni el abrazo que todo el mundo estaba dándole
al cantante. En un solo minuto que duró todo vi derrumbada toda la ilusión con
la que me había mantenido las más de siete horas que había permanecido en cola.
Dos días antes había estado organizando la comida de casa y los horarios. Había
tenido que pedirle el favor a Conchi de que abriese la academia hasta que yo
llegara, …era la primera vez que había sentido ilusión por ir a hacer algo
desde que tú te fuiste. Quería cubrir una deuda que tenía porque un año antes
no había podido ir a la firma ya que fue el mismo día que te detectaron el
cáncer y al concierto no fui porque sólo hacía una semana que te habías
marchado. Llevaba 17 horas sin comer ni beber absolutamente nada por el problema intestinal
que padezco. Sobre las tres de la tarde me dio un ataque de calor que apunto
estuvo en acabar en ansiedad. Llevaba dos Nolotil en el cuerpo de los dolores
que tenía en la rodilla y espalda. Y Pablito había aguantado estoicamente siete
horas de esperas sentado en el suelo, haciendo dibujos, comiendo un bocadillo o
escuchando la misma música del centro comercial. Entonces en sólo un min me di
cuenta que todo lo que había hecho, que todo el esfuerzo que había dedicado a
conseguir mi foto con Pablo Alborán, el hecho de poder mirarle y decirle ¡Qué
grande eres! Me lo había echado por la borda su manager o quien quisiera que
fuese pero que me dejó muy tocada. Y lo único que hice mal es querer conseguir un autógrafo para unos niños,
que tú mejor que nadie, sabes el mérito que tienen en querer seguir estudiando
a pesar de todo.
Y por eso estoy mal mamita, porque en un momento se me ha
derrumbado mi ilusión. No pude contener el llanto y llegué llorando a la
academia. No podía contener la rabia e impotencia. Porque yo no tengo porqué ir
contando a la gente las cosas, para dar pena, para ser tratada bien. No hice
nada para ser “humillada” como lo fui y ese señor es responsable de mi dolor.
Porque ocupa un lugar donde debe saber tratar a las personas, porque todos
tenemos una historia que hace que seamos como somos y él tiene que saber
tratarnos a todos sin preguntar. Porque él ha sido el responsable de que ahora
mismo no quiera ni mirar las fotos que le he hecho desde fuera a Alborán,
porque él es el responsable de que ahora crea que no merece la pena realizar un
esfuerzo extraordinario, como el que he tenido que hacer por mi situación
personal y de salud que no pueda salir a la calle mucho tiempo ni mucho menos
comer nada sino estoy en la casa. Porque él es el responsable de que yo hoy te
esté escribiendo esta carta llena de dolor, pena, tristeza y no de alegría y
satisfacción como tendría que haber sido después de estar siete horas y 40
minutos en una fila esperando que un cantante al que yo admiraba y tú disfrutabas
de verme admirar me firmara, me diese los dos besos y nos hiciésemos la foto. Y
para colmo, compré siete discos y un calendario…
P.D: Te pido disculpas mamá, porque sé que en la vida ocurren cosas terribles para yo darle importancia a esto. Te prometo remontar de la manera más rápida posible. La realidad es que lo ocurrido ha sido como la gota que ha colmado el vaso y por eso me ha afectado más. Porque la realidad es que no es sólo el hecho de que no pudiese ver a Pablo Alborán como yo quería sino todo lo que llevo sobre mis espaldas y que sólo yo sé qué es realmente lo que siento. Te quiero mucho. No te olvido mamá. No lo hagas tú conmigo.
Esa persona seria un vigilante contratado por la empresa donde firmaba los discos, y seguramente no tendria nada que ver con el cantante, deberias hacerle llegar tu carta y si tienes la suerte de que la lea, estoy segura que quedara contigo un dia para hacerse una foto.Yo tambien he perdido a alguien hace poco y estoy muy sensible como tu, por eso a veces una tonteria le damos demasiada importancia. Un besito guapa y mucho animo
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