sábado, 16 de febrero de 2013

16 de febrero: Alejada de la ciudad...

Querida mamá:
Te escribo desde un ordenador que parece de la edad de piedra. Internet va como antiguamente, vamos a pedales. Ayer llegué a esta casa alejada de la ciudad donde el silencio y la oración es la clave del éxito. Hacía mucho tiempo que buscaba unos días así, porque todos los humanos necesitamos un tiempo para reflexionar y poder poner en orden las ideas. Aquí no hay acceso al móvil, (aunque en mi caso lo tengo en silencio y en el bolsillo por si hay alguna urgencia, responder), pero la verdad es que apenas hago uso de él. Las personas que estamos conviviendo aquí respetamos el silencio para que podamos meditar y tener todo el tiempo para nosotros. En un principio pensé que se me haría largo, pero la verdad es que no. Aprovecho para sacar muchas ideas en claro, principalmente de mi vida y la academia. Estoy plasmando lo que quiero y cómo puedo conseguirlo. Luego no sé si lo lograré o no, pero al menos ya me estoy marcando el camino a seguir. Hasta ahora, y te lo he dicho muchas veces, funciono a impulsos. La vida no me ha dado este tiempo que necesitaba para sentarme y planificar lo mejor. Sin embargo, ahora sí lo hago. Este lugar, frío pero cálido a la vez, tranquilo y en el que sólo se escuchan los pajarillos piar me está ayudando mucho a poner mis ideas muy claras. Anoche mismo estuve avanzando en mi libro, la verdad es que lo veo con muy buena estructura...pero te digo lo de siempre, no quiero hacerme ilusiones hasta que no me lo lean y me digan que voy bien. Porque para mi puede ser un gran libro y para Miguel una "ñoñería".
Bueno guapa, pues me voy despidiendo. No sé si mañana tendré este momento de escapada que he tenido ahora. Sino puedo, como espero llegar por la tarde, pero pronto, a casa, te escribo desde mi ordenador. También me será más fácil que con este prehistórico que teclean mis dedos.
Te quiero mucho mamita, muchísimo. No me olvides. Ni a Pili.

No hay comentarios:

Publicar un comentario