domingo, 15 de septiembre de 2013

15 de septiembre: Pilas recargadas, semana intensa!!

Querida mamá:
Hoy día familiar. Comemos como cada fin de semana todos aquí. Ayer aproveché para hacer todo lo que te dije. Descansé, fui de compras para el 6 de enero, cargué la nevera para el día de hoy y me acosté súper pronto. Es la primera vez en muchos meses que me dormí el mismo día que desperté. Siempre digo lo mismo. Como me acuesto pasada las doce de la noche, (más cerca de las 3 casi siempre), eso quiere decir que nunca me acuesto el día que despierto… pero ayer sí. Me desvelé en varias ocasiones, porque la tos no se me pasa. Estoy pelín mejor con el tratamiento que me ha puesto Juampi, pero había momentos en lo que no podía dejar de toser. Pero al menos he permanecido en cama más horas de lo que es habitual para mí. Necesitaba hacerlo. Mañana comienzan los mayores el cole y pronto estarán con los exámenes iniciales. Así que las pilas habrá que ponérselas bien pronto. Si esta semana pasada he tenido la tensión del comienzo de los pequeños, la que entra será doble tensión, los pequeños que ya entran en rutina de estudio y deberes y los grandes que empiezan a coger el ritmo de lo que será su curso.
Seguramente tendré que empezar pronto con las tutorías. Con tantos, este año tendré que poner más de una en el mismo día, sino no me va a dar tiempo. Tengo ganas de saber quiénes serán los tutores para ver si tienen afinidad conmigo o no y saber si me ayudarán con sus niños o no. Hay uno del colegio en el que trabaja Conchi, de secundaria que no puede verme. Y yo he empezado a pensar que todo lo que le ocurre es que es un inhumano. Como él no cree en el cambio de los niños, como los tacha de “inútiles” de “fracaso” “de pérdida de tiempo” le da rabia que yo haga que algunos de ellos salgan de esa etiqueta. Entonces en vez de ayudarme, me dificulta mi trabajo. Pero lo que él no sabe es que a mí no me hace falta su ayuda. Si los niños quieren, no necesitan de él para nada. Y si repiten, que es el peor de los casos, caen con otro y enseguida remontan el vuelo. Perder un año no es un fracaso. Es un error para hacerlo mejor al siguiente. Así que yo pienso seguir trabajando igual. Haciendo las mismas cosas. Y Ojalá sea un día lo suficiente hombre para decirme a la cara qué le pasa conmigo. Aunque lo dudo. Me ve y cruza por la otra calle. En fin, maestros que ni sienten ni padecen. Están porque es su trabajo y listo.
Bueno guapa, hoy será día de familia. Sobrinos por todos lados. De comida, paella. Por la tarde iré a ver a mi Málaga. Me gusta ir porque descargo mucha adrenalina. Que yo no grito ni nada. A lo mejor una jugada muy polémica sí, pero si no, soy persona tranquila. Pero verlo me encanta. Cuando meten un gol la celebración es pura energía. Alegría y felicidad por los cuatro costados, es una cuestión de contagio. Los que están cerca de mi lo viven como si fuesen sus hijos o hermanos lo que juegan. Meten un gol y parece que hemos ganado la copa del mundo. Entonces me suelo contagiar y suelo celebrarlo también. Vuelvo a casa de otra manera. Aunque este año hemos empezado con pocas celebraciones…que todo hay que decirlo. Pero bueno, ya llegarán.
En fin mamita, voy a dejarte. Marcho a Misa. Después toca arreglar cocina y a esperar a que lleguen. Te quiero mucho, no lo olvides. Acuérdate de papá, Isa, Pili, María, Carmenchu, Patricia, Cuñado y JJ. Os necesitan.

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