Querida mamá:
Hoy estoy como el tiempo, revuelta. Me imagino que no te
habrá gustado verme enfadada como esta mañana, yo te prometo que es todo de
boquilla, nunca permitiría hacer lo que he dicho. Por ti, por vosotros, hasta
la eternidad. Es que es lo que yo digo, que soy una botella de champán, exploto
y me diluyo. Vamos, no había terminado de hablar y ya me estaba arrepintiendo.
De corazón te lo digo. Así que tranquila. Ya está todo pasado.
Ayer fue un día difícil, la noche complicada y me he
levantado con malestar general y no veas la que le he montado al pobre papá sin
culpa de nada. Pero ahora le pido disculpas y listo.
Ayerme influyó mucho los resultados de los niños. Me siento
un pelín sola en la batalla de las notas. Los colegios son muy cerrados en sus
decisiones y no escuchan las opiniones de fuera. No me ven como una profesional
sino como parte del niño. Y no es así. Sufrí mucho viendo sus caras. Sentí
pelín de vergüenza ajena de ver que no había sido capaz de sacar lo mejor de ellos
y de los profesores. Hacerlos cómplices para que me apoyen. Muchos niños tienen
grandes dificultades. Los profesores lo que piensan es “me ha molestado todo el año, pues ahora lo paga en
septiembre” y yo pienso “han sido malos todo el año pero quieren cambiar, han
dado el primer paso, apóyalos”. Cierto que no sale con todos. No todos son
iguales ni quieren hacer el cambio, pero aquellos que sí quieren, con el palo
de ayer me costará levantarles el ánimo. Algunos ni se presentaron por la tarde
en la academia. Llamé a todos para que vinieran. Sé que van a seguir conmigo,
es raro que se vayan. Pero quiero verlos animados, con ganas de estudiar. No
que vengan por venir. Eso no lo quiero.
Así que me afectó bastante. Luego estuve con los profes de
inglés y francés hasta las 10 de la noche. Organizando horarios y grupos. Se
marcharon y nada más sentarme en la mesa para cenar con papá sonaba el timbre.
Los Moyanos habían regresado de sus vacaciones y venían a saludarme. Me hizo
mucha ilusión verlos…
Y hoy comida familiar. Celebramos el cumple de Cristina que
es hoy y el de tu nieta Lucía que es mañana. De comida puchero para todos. He
sacado la olla de los callos, porque la cantidad es prácticamente la misma. Así
que hoy volveremos a pasar un día todos juntos. Además está lloviendo. El día
lo que invita es a quedarnos en casa.
Bueno guapa, que voy a seguir. Te quiero mucho, no me
olvides, acuérdate de Papá, Pili, Isa, Carmen, María, JJ, Cuñado y Patricia. A
ver si vamos quitando gente de la lista. Ganas de verlos bien.
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