Querida mamá:
Lo prometido es deuda. Ayer fue un gran día. La presentación
fue genial. En un principio estaba bastante “decaída” me fallaron bastantes
niños por una y otras razones. Como son tantos, ahora es muy difícil controlarlos
a todos. Y cuando una actividad no les gusta se quitan de en medio,
principalmente los grandes. Pero al final fueron cerca de 50. Aunque creo que
por respeto al trabajo que desempeño cada día por todos ellos no debían haber
faltado ninguno…pero ya saben lo dolida que estuve.
Pero no fue razón para venirme abajo. La presentación fue
algo sencilla, coloquial, humana…había una sorpresa, el padre de Pablo Alborán
nos acompañó. Los niños emocionados. Felices cuando supieron quién era. Y nos
regaló un poster firmado para la academia.
El vídeo gustó mucho…
y los “ponentes” tuvieron palabras muy bonitas hacia mi persona y
trabajo. Por momentos quise llorar, era lo que me pedía el cuerpo. Llorar.
Porque aunque te sentía muy cerca, te necesitaba. Los abrazos de una madre no
se reciben nunca. Hay diferentes tipos de abrazos, pero como el de la madre
ninguno. Tantas veces que me he quedado arropada en tus regazos, rodeándote con
mis brazos, apoyando mi cabeza en tu barriga mientras acariciabas mi cabeza y
me dabas continuos besos.
No sabes mamita lo que envidio a las personas que tienen a
sus madres a sus lados. Nunca pensé que esto me iba a tocar vivirlo. Y ayer lo
necesitaba. Necesitaba sentirte más cerca aún de lo que estuviste.
Como te decía la presentación fue genial. De los hermanos
solo pudieron venir Juampi, Conchi y Ana. Me dio mucha pena no tenerlos a ellos
cerca también porque realmente era un día importante pero estaban todos con
compromisos y no pudo ser.
Sin apenas poder digerir las noticias, los halagos en
twitter y fotos en el móvil, me tuve que poner las pilas porque hoy venia otra
visita a la academia. Willy Caballero, el portero del Málaga nos ha visitado.
Pero eso te lo explico mañana.
Hoy solo quería decirte que la presentación había ido muy
bien. Que me siento orgullosa más por ti que por mí porque sé lo feliz que te
hacía verme escribir y parece que da sus frutos. Poco a poco…pero se va
logrando. Ahora a intentar venderlos… tengo que venderlos todos sí o sí porque
con ellos pagaré algunos extras que me viene ahora.
Por cierto, que una madre, trabajadora y gran mujer, me donó
100 euros porque leyó en mi carta anterior que me hacía falta el dinero para
pintar. Creo que voy a hacerlo ahora. Con ese dinero puedo pagar la pintura y
pintarlo lo puedo hacer yo o pedírselo a Salvi o Carlos que me ayuden. Así que
por fin podré ver las paredes en condiciones. Existe gente buena mamá. y eso me
ayuda a seguir adelante.
Te quiero mucho guapa. Ya sabes, acuérdate de todos. Mañana
te escribo la carta del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario