Querida mamá:
Tenía claro que hoy me daban al menos las
3 de la madrugada y así ha sido. Por mucho que estirase el tiempo del domingo,
necesitaba de este tiempo de silencio para cuadrar definitivamente los horarios
y tener claro, muy claro los nuevos cambios.
Tener a la familia en casa da mucha
felicidad, pero también es cierto que no me puedo concentrar mucho salvo en las
horas nocturnas. Aunque tengo que reconocerte que hoy domingo, lo que viene
siendo el día, lo he pasado algo más relajada. He ido al cine y todo, con eso
te lo cuento todo. Me he ido con Pepe, sus hijas , Anita y Lucía. Hemos visto
Frozen y tengo que reconocerte que me ha encantado la peli. He ido a Misa,
envuelto todos los regalos y hecho la comida. Aunque pensaba hacer la de mañana
lunes también, pero al final me temo que voy a tener que despertarme dentro de
tres horitas para dejarla hecha. Creo que ya no son horas de ponerme a cocinar
y mañana tengo quizá uno de los días más complicados del año.
Para empezar doy clases con los niños de
10 a 11:30. Luego ensayo con ellos de 11:30 a 13:00. A las 13:30 hemos quedado
todos los hermanos para firmar un papel, a las 15:00 estará el camión de la
mudanza porque ya me voy definitivamente del local y voy a llevar todas las cosas
a las nuevas aulas. A las 18:00 horas tengo la fiesta de Navidad con mis niños.
Cantaremos el villancico, haremos el amigo invisible y merendaremos todos
juntos. A todo esto hay que unirle que viene un mago para hacernos un
espectáculo. Así que imagínate el día de mañana. No seré persona, te lo garantizo.
Pero tú sabes que a mí esto de estar parada no me va. Necesito estar siempre
activa cuando no ando presa me andan
buscando. Pero es que si no fuese así, no sería yo.
Inés ha llegado hoy ya con los que
faltaban. Si estuvieses aquí te imaginaría muy feliz con ellos. Además hoy ha
estado dos veces Merceditas y creo que también serías muy feliz con ella. Precisamente
le he dicho a Tamara que cuente conmigo
para cuidar de ella alguna mañana. Está tan dulce la pequeña… pero vamos, en estos días no que voy a
terminar agotada de tanto niño. Teniendo en cuanta que he pasado de estar con
papá y tito Juan a ser 16 personas viviendo bajo el mismo techo… siendo 9 de
ellos niños… te podrás imaginar cómo me dejan la casa según van pasando de
habitación en habitación. Una auténtica locura. Pero son niños y lo he
decidido, salvo que se comporten como salvajes (algo que nunca han hecho) voy a
dejarles disfrutar. Me lo voy a tomar con calma y cuando se marchen, entonces
pondré orden en la casa de nuevo.
En fin guapa, te voy a dejar que quisiera
dormir aunque sea tres horas. Te quiero mucho, no lo olvides ni te olvides de
mí. Acuérdate de papá, Isa, Carmenchu, JJ, Cuñado y Pili.
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