domingo, 12 de enero de 2014
13 de enero: contagiada de "Invictus"
Querida mamá:
Hoy si te dejo la carta escrita. Aunque aún me queda un par de horitas de trabajo, pero ha sido porque he querido. Tenía muchas ganas de ver Invictus, había escuchado hablar de la película y leído el libro hace algún tiempo, pero quería sentir esa fuerza de la que todos hablan cuando ves la película pensando en la realidad de Nelson Mandela.
Ha conseguido emocionarme de verdad. El poema que Nelson da al capitán de Rugby hace pensar y mucho.
Mi batalla en esta vida nada tiene que ver con la que Nelson llevó, pero si que es cierto que siento que remo en la misma dirección. Suerte la de mi hermano Juampi que tuvo la oportunidad de compartir mismo espacio deportivo con Mandela, creo que solo eso, me habría llenado más aún de orgullo. Por Mandela es un héroe para la sociedad. Un hombre que ha luchado por la igualdad de los derechos, aunque para mi, casi es más importante el valor que tuvo de perdonar a todos quienes les hicieron daño. Permanecer 27 años en una cárcel de menos de un metro cuadrado y no guardar rencor a ninguna de las personas que le hicieron vivir ese calvario... está solo a la altura de los grandes, y él lo era.
El poema que tanto me ha impactado te lo dejo:
Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
agradezco a los dioses, si es que existen,
por mi alma inconquistable.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de ira y llantos,
frecuenta el horror de la sombra,
aun así la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
Aunque su autor es Willian Ernest, sin duda pasará por ser el poema de Nelson Mandela. Me estoy planteando incluso enseñárselo a mis peques para que lo reciten. Si alguna vez supiesen entender el verdadero sentido de cada una de las palabras escritas en cada verso, seguramente sentirían la misma emoción que siento yo al leerlo.
Mi tarde ha sido de trabajo menos estas dos horas de película. No sólo me han servido para desconectar sino para empezar con las pilas cargadas la semana. Mañana no es un día fácil. Tengo que hacer varias cosas obligatoriamente y el tiempo es muy justo. Pero visto lo visto, ¿quién me dice a mi que no lo voy a conseguir?
En fin guapa, voy a continuar. Quería hacerte partícipe de este momento. Cada día me levanto con el mismo deseo de seguir haciendo grandes cosas, no siempre lo logro, pero al menos tengo la actitud de hacerlo. No son pocas las veces que siento la necesidad de agachar la cabeza, pero cada vez que lo hago lo utilizo para coger más aire aún y sacarla con más fuerza.
Te quiero mucho guapa, lo sabes. Gracias por no dejarme nunca sola. Por acompañarme en mi batalla personal, por creer en mi como solo tú lo hacías. Ahora, mi sueño es el sueño de unos cuantos. Y pronto haré que sea el sueño de mucha gente.
Acuérdate de papá, Isa, Carmenchu, Pili, JJ, Cuñado y Papito. Ellos te necesitan.
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