martes, 8 de abril de 2014

8 de abril: La cabeza me explota...


Querida mamá:
Terminando como quien dice la mañana. Anoche pensé que como iba a pasarme la mañana trabajando en el ordenador, podría escribirte la carta tranquilamente. Inocente de mí. ¿Una mañana tranquila en mi vida? Imposible. Y lo peor, es que siendo las doce, ya estoy con el dolor de cabeza metido.
El móvil empieza a convertirse en mi enemigo, más que en mi aliado. Qué pesadilla de mensajes, llamadas y más llamadas. Cada uno a su ritmo y yo al de todos. Una madre, un padre, un alumno malo, otra madre, papá, Conchi, Ana, el cuñado, otra madre… pero ¿qué pasa hoy? Maldito el día que Grahan Bell tuvo la genial idea.
Pero bueno, ahora tengo que centrarme. Tengo que mandar otra serie de emails. He pensado en poner el teléfono en silencio y mirarlo a las 3. Así desconectaré por un tiempo. Si es urgente, llamarán a la casa. Saben el número. Pero al menos así me quito de la cabeza el sonido del teléfono…que me retumba y todo cada vez que suena.
Esta tarde, para más… hay reunión de padres a las 4:30 y a las 5:30 bajo a los niños para entrenarlos. Por un lado, me siento cómoda. Siempre me ha gustado mucho entrenar equipos…pero por otro, es otra carga más que tengo sobre mis espaldas. Lo cierto es que solo entreno 2 días al mes. Pero el día que me toca… ains mamita, que me hago mayor. Eso es lo que me pasa. Que cuando entrenaba en Melilla tenía veinte pocos años y ya voy a por los 35.

En fin guapa, sigo al lío. T e quiero mucho, lo sabes. No lo olvides. Acuérdate de papá, Isa, Pili, JJ y Cuñado. 

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