miércoles, 13 de junio de 2012
14 de junio
Querida mamá:
Impotencia, rabia, dolor, sufrimiento, tristeza, pena... cualquiera de estos calificativos puede definir mi sentir en estos momentos. Hemos llegado hace un rato de tu misa en Los Barrios y no puedo dejar de pensar que por qué te ha tocado a ti. No deseo ningún mal a nadie...pero Dios tenía que haber medido mejor. Son muchas las personas que no desean vivir, muchas las personas que dedican sus horas a fastidiar al de al lado, muchas las personas que no disfrutan de esta vida como lo hacías tú.
Papá ha leído una carta en la iglesia. En realidad no ha podido terminar de leerla. Muy bonita, muy real... y claro, mientras leía iba pensando en todos y cada uno de los momentos. Me parece que todo esto es una pesadilla que va a terminar. Huyo de mis pensamientos porque realmente no quiero hacerme a la idea de que no volveré a tenerte.
Es que no lo puedo entender mamaita. Luchaste hasta el último momento, tu última mirada rogaba clemencia, pedías un milagro que nunca ocurrió y esto me mata.
Siento de corazón mamá que no estés aquí. Lo siento desde lo más profundo de mi ser porque me hacías mucha falta y porque sé que querías estar aquí. La vida me ha cambiado y sé que nunca volverá a ser igual.
Te quieroooooo con locura mami, no lo olvides nunca.
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