martes, 7 de agosto de 2012

8 de agosto: cara y cruz en un mismo día

Querida mamá: Ayer fue un día con dos caras. Como siempre comenzó con las clases particulares, que aproximándose las fechas de los exámenes, estoy doblando los turnos en mañana y tarde. Para mi sorpresa vinieron a verme varias amigas del colegio. Fue una sorpresa muy grata, entre otras cosas porque sé que eran niñas que a ti te encantaban. Cuántas veces me dijiste que las llamara para salir nada más llegar de Melilla. Siempre las tuviste muy presente. La verdad es que me gustó mucho reencontrarme con ellas. Porque parecía que había sido ayer, pero la realidad es que hacía cuatro años que nos habíamos juntado para celebrar mi cumpleaños. ¡El tiempo pasa muy de prisa! Hemos quedado para vernos a finales de agosto. Quedar para tomar algo. Ya te contaré guapa. Esta es la cara de la moneda. La cruz es que cuando subí a ver a papá me dijo que había fallecido Javier Fernández Garrido. La última vez que lo vi fue precisamente en tu entierro. Por lo visto le dijo a papá que ojalá él se muriese con la misma certeza que tú, de que se iba al cielo. Yo creo que él ya está contigo. El tiempo que estuve trabajando con él, fue una gran persona. Me ayudó mucho en el Chip cuando me sentí psicológicamente hundida por el miserable que se encargó de fastidiarme mi día a día. Supongo que tú desde donde estés, lo estarás viendo todo y serás consciente de lo mucho que pasé allí. Pero también es verdad que Javier lo sabía todo y me ayudó mucho. En el cementerio intercambiamos pocas palabras, pero su beso me dijo mucho. A papá por lo que se ve sí le dijo. El caso es que volvemos a lo de siempre. Parece mentira que ya no vayáis a volver. Yo no creo que vaya a su entierro. A su familia no la conocía y él, desde donde esté ya sabrá lo que siento por su pérdida. No me siento preparada para volver a ir a un cementerio. Es lo más duro que me ha tocado vivir con tu cuerpo presente. Entiendo que alguna vez tendré que dar el paso y superarlo...pero es pronto mamaita. Es muy pronto para volver a realizar cosas. Necesito más tiempo. Y sé que Javier me entenderá. No es una excusa, es una realidad. Como te dije al principio, el día ha tenido la cara y la cruz. Una pena pensar que siguen marchándose gente tan buena,...pero como papá me dice y a lo que me tengo que aferrar "Dios sabe más..." Te quiero muchísimo. Lo sabes, pero te lo digo.

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