Querida mamá:
Pues ya estamos a jueves. Ya te digo yo que el tiempo pasa
muy deprisa. Ayer no me dio tiempo a nada, y hoy tengo la jornada más intensa
aún. En un rato voy al dentista. Tengo la prueba y la semana que viene ya me
ponen definitivamente mis dientes. Todo hay que decir que ya tengo ganas,
porque ni fútbol, ni baloncesto, ni clases de inglés…ni nada de nada. ¡A dónde
voy así! Me dijeron que antes del puente lo tendría listo. Esperemos que
cumplan los tiempos.
Según pasan los días me va cambiando el estado de ánimo. La
gente empieza a hablar de Navidad y yo si pudiese, cerraría los ojos y los
abriría el 7 de enero. No sé que debo ni qué comprar… no sé si quiero o no
quiero estar. La verdad es no, que no quiero hacer nada. Pero como te dije el
otro día, entiendo que hay que estar. Pero claro…una cosa es que deba y otra que
pueda estar a la altura de lo que se merecen mis sobrinos. Porque ellos son lo
que realmente me preocupan. Los demás no, que ya somos muy mayorcitos.
Por cierto guapa, Pili no fue al médico al final. Sigue
mandado energía por favor. Su médico se puso mala y le han retrasado la cita…seguimos
esperando noticias.
Te quiero guapa, no me olvides. Ni a Pili.
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