viernes, 14 de diciembre de 2012

14 de diciembre: El colmo de la mala suerte...


Querida mamá:
María José me decía anoche, “hija mía es que a ti te ha tenido que mirar un tuerto” y yo pienso que más que un tuerto ha tenido que ser un tuerto de dos ojos,  porque vaya rachita.
Daniel Hierrezuelo me llamó ayer de mañana para decirme que tenía entradas para los niños en el partido de Unicaja. En un rato tenía que localizar padres que me quisieran llevar a los niños y niños que no tuvieran exámenes y fueran al partido. No te creas que fue fácil…pero la verdad es que se apuntaron prácticamente todos. Algo que yo dudaba. Cuando estaba todo organizado, metidos todos los niños en los coches, me organizo yo para llevar a cuatro y me encuentro con el coche totalmente apagado. Vamos que la llave no hacía contacto. Parece ser que puede ser la batería, pero dicen que a lo mejor es por el agua que le entró cuando la inundaciones y que ha hecho un corto eléctrico. Total que hasta mañana no sabré nada. Lo que me faltaba…ahora sin coche. Que la verdad es que lo uso bien poco…pero lo necesito.
Anoche, después del partido me quedé en la salita viendo Hospital Central. Se acaba la serie definitivamente. Cuántos años viendo la misma serie juntas mamá. Y separada. Porque yo creo que he crecido prácticamente con estos actores. Y no es exagerar. Pero claro, ayer fue demasiadas muertes, operaciones, enfermedades… así que imagínate lo que me entró por el cuerpo. Hubo un momento que miré tu foto y me pregunté lo que me pregunto día sí y día no ¿De verdad no voy a poder volver a abrazarte? Parece mentira que la vida esté hecha así. Y parece mentira que aún así, a la gente le parezca maravillosa vivirla. Sé que son etapas, que todos vamos a pasar por esto, pero yo no sé vivir en felicidad sin ti. No me sale. Fui al basket y disfruté de ver a los niños tan contentos, bailando, haciendo la ola y pensé…”que disfruten que ya tendrán tiempo de llorar y estar tristes”. Y es que me veía yo, quince años atrás, disfrutando del mejor baloncesto en el Ciudad Jardin y luego en el Martín Carpena. Me vía yo detrás de los jugadores pidiéndole autógrafos y corriendo tras de ellos. Aquellos eran tiempos donde una no pensaba en los problemas, ni se fijaba en el futuro. Era una joven sin responsabilidad ninguna. Las cosas de la juventud.
En fin guapa…vamos a comenzar el día. Te quiero mucho. No me olvides. Ni a Pili. 

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