Querida mamá:
María José me decía anoche, “hija mía es que a ti te ha
tenido que mirar un tuerto” y yo pienso que más que un tuerto ha tenido que ser
un tuerto de dos ojos, porque vaya
rachita.
Daniel Hierrezuelo me llamó ayer de mañana para decirme que
tenía entradas para los niños en el partido de Unicaja. En un rato tenía que
localizar padres que me quisieran llevar a los niños y niños que no tuvieran
exámenes y fueran al partido. No te creas que fue fácil…pero la verdad es que
se apuntaron prácticamente todos. Algo que yo dudaba. Cuando estaba todo
organizado, metidos todos los niños en los coches, me organizo yo para llevar a
cuatro y me encuentro con el coche totalmente apagado. Vamos que la llave no
hacía contacto. Parece ser que puede ser la batería, pero dicen que a lo mejor
es por el agua que le entró cuando la inundaciones y que ha hecho un corto
eléctrico. Total que hasta mañana no sabré nada. Lo que me faltaba…ahora sin
coche. Que la verdad es que lo uso bien poco…pero lo necesito.
Anoche, después del partido me quedé en la salita viendo
Hospital Central. Se acaba la serie definitivamente. Cuántos años viendo la
misma serie juntas mamá. Y separada. Porque yo creo que he crecido prácticamente
con estos actores. Y no es exagerar. Pero claro, ayer fue demasiadas muertes,
operaciones, enfermedades… así que imagínate lo que me entró por el cuerpo.
Hubo un momento que miré tu foto y me pregunté lo que me pregunto día sí y día
no ¿De verdad no voy a poder volver a abrazarte? Parece mentira que la vida
esté hecha así. Y parece mentira que aún así, a la gente le parezca maravillosa
vivirla. Sé que son etapas, que todos vamos a pasar por esto, pero yo no sé
vivir en felicidad sin ti. No me sale. Fui al basket y disfruté de ver a los
niños tan contentos, bailando, haciendo la ola y pensé…”que disfruten que ya
tendrán tiempo de llorar y estar tristes”. Y es que me veía yo, quince años
atrás, disfrutando del mejor baloncesto en el Ciudad Jardin y luego en el
Martín Carpena. Me vía yo detrás de los jugadores pidiéndole autógrafos y
corriendo tras de ellos. Aquellos eran tiempos donde una no pensaba en los
problemas, ni se fijaba en el futuro. Era una joven sin responsabilidad ninguna.
Las cosas de la juventud.
En fin guapa…vamos a comenzar el día. Te quiero mucho. No me
olvides. Ni a Pili.

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