Querida mamá:
Ya ha pasado la comida y todo...pero es que me cuesta sacar un hueco. Desde que me levanto es un no parar. Hoy he hecho potaje de habichuelas con el fin de que Conchi y Ana se llevaran para mañana sus hijos, pero resulta que se ha presentado Juampi con Tamara y Papito con sus hijas y han comido aquí. Imagínate cinco bocas más y repitiendo plato. Vamos, que me ha ido el kilo bien justito. Salgo de la academia y ya están los pequeños esperando para comer, y mientras recojo platos, friego y demás, me dan las 4. La verdad mamita que para unos días está muy bien...pero tener una familia numerosa es muy cansino. O se tiene ayuda, o no sé como se sobrevive. Yo estoy reventada. Deseando que pasen estas fechas para volver a la normalidad. Pero también es cierto, que nada más volver a la normalidad...una echa de menos esto. Así que nunca se sabe que se quiere y que no.
Esta tarde vienen los Reyes Magos de oriente al Colegio Médico. Sé que debo de ir porque allí hay mucho follón y cuantos más ojos seamos para controlar a los niños, mejor. Pero allí siempre he ido contigo y creo que lo voy a pasar realmente mal. Además, uno de los reyes es el médico tuyo, y aunque sin duda se que hizo todo por tí, siempre tiene una la espinita clavada. Total, que estoy con que no quiero ir, pero que debo ir. Además Pablito lleva todo el día emocionado porque le he dicho que vamos a ver a los Reyes...y claro...no voy a dejarlo así.
En fin guapa, las cosas que me pasan continuamente. Miedo me da que llegue el día 6. Pero hay que afrontarlo y lo mejor de todo es que cuanto antes mejor, porque así se acaba todo.
Te quiero mucho, muchísimo. No me olvides. Ni a Pili.
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