Querida mamá:
Ayer fue un día tranquilo aunque supongo que tú te
alegrarías mucho. Juan le pidió
matrimonio, organizando una fiesta sorpresa, a Susana. Estuvimos todos los
hermanos que estábamos en Málaga ayer. Ya sabes tú que Juan es uno más en la
familia. La verdad mamita es que yo no tenía muchas ganas de ir. Por duro que
parezca, Juan me recuerda mucho a ti. Yo en realidad no he convivido apenas con
él nada. Su estancia en nuestra casa fue mientras yo vivía en Melilla. Luego,
una relación de amigo más. Pero la convivencia fuerte de Juan fue estando yo
fuera. Entonces, cada vez que pienso en Juan me recuerda a ti. Porque es de tu
tierra, porque sé que lo querías mucho, porque se que te caía muy bien…así que
me costó decidirme a ir. Pero por otro lado, pensaba que él no tenía culpa de
nada de lo que yo pensara y que encima iba a ser un día importante para él. Así
que allí me planté con los demás hermanos.
Fue un acto emotivo. Susana no se esperaba nada. Cuando nos
vio allí a todos, se emocionó la pobre. No dejaba de llorar. Y juan estaba tan
nervioso mamita… al final fue capaz de pedirle la mano y ya todos aplaudimos y
gritamos “viva los novios”. Allí todo el que estaba presente no podía contener
las lágrimas. Era imposible. Y yo mientras lloraba, pues… pensando en que
estarías feliz de verlos.
Después de comer fui a acompañar a Conchi a comprar unas
cajas que le hacía falta y ya me vine para casa. Tenía ganas de estar una tarde
tranquilita… y así fue. A las 20:30 estaba metida en la cama. Y aunque no pude
quedarme dormida hasta las 23:00, al menos estaba relajada y descansada. Así
que espero rendir el domingo bien. Quiero aprovecharlo…a ver si soy capaz de
conseguirlo.
Te quiero mucho mamita. No me olvides. Ni a Pili.
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