Querida mamá:
Hoy es un día importante para mí. Los niños de la academia traerán sus notas del segundo trimestre. Antes, me refiero a unos meses atrás, me lo tomaba como algo personal. Si fallaban los niños, consideraba que el error había sido mío. Ahora, después de muchos meses de trabajo...después de ver, analizar y comprobar muchas cosas, me doy cuenta, que sigo tomándomelo como algo personal pero no al extremo al que llegaba. Sin duda, son muchas las horas que le dedico al proyecto, mi deseo es inculcar a los niños la disciplina de querer estudiar como algo prioritario, no como la obligación para que sus padres le compensen con lo que ellos quieren. Quiero que entiendan que ellos necesitan estudiar para poder hacer algo en sus vidas y esa labor es doblemente dificultosa si no la ven en sus padres.
Los padres piensan que dándole las cosas a sus hijos son mejores. A veces, siento la fuerza de decirle a alguno que se equivocan, pero con otros no puedo hacerlo. Ayer mismo, una alumna mía repetidora, confirmaba que le habían quedado cinco. No las esperábamos para nada. Sin embargo, vino a la academia a hacer sus deberes y me dice "Nena, mañana no vengo a la academia porque mi adre me ha dejado ir a la excursión" mi cara era de póker total. Ella se dio cuenta perfectamente que me había sentado mal y me dice "es que ya la ha pagado" y yo no pude más que decirle ¿y? Pues si la ha pagado que pierda el dinero, pero encima no vas a disfrutar de algo que no te has ganado.
Con esto te vengo a decir mamita, que por mucho que yo luche, por mucho que yo pelee por ayudarles, al final sus padres son quienes deciden y dirigen sus vidas. Esta alumna hará lo que le venga en gana en el tercer trimestre, porque si con 5 ha ido a una excursión, sabe que haga lo que haga su madre le va a dejar hacer lo que quiera.
Por las noches, mientras estoy escribiendo el libro o mi diario, siembre reflexiono sobre lo mismo. Mi labor es muy difícil. En el colegio, para muchos profesores soy una intrusa, por eso de que voy a preguntar por los alumnos, con los niños, tengo que tener la certeza de que no me miente y me dice la verdad sobre los deberes y exámenes. Si no la tengo, me paso mis horas preguntando a unos y otros hasta que descubro realmente lo que hay, y de cara a los padres...poco mas que los niños están obligados a aprobar por el hecho de estar conmigo. Si cada padre estuviese una semana conmigo en una esquina sentado, viendo mi labor...entendería la dificultad del mismo. Si le explico a uno, el otro habla. Yo no tengo un momento de descanso y cuando he terminado la ronda de deberes con los más pequeños lo mismo estoy escuchando hablar a uno de los mayores y de pronto pienso "Que hará este hablando si se examina mañana". Pues así cada día. Tengo que tener en mi cabeza a agenda de los 30 alumnos. Para que no se me escapen, para que no me toreen, para que no me engañen. Y después de todo esto, pues tengo que aguantar la crítica de los de fuera, la llegada de notas y las caras de algunos padres. Como si ellos no supiesen lo que tienen en su casa!!!
En fin guapa, que vamos a ver que ocurre hoy. Los pequeños creo que me van a dar buenas notas. O eso es lo que deseo. Los mayores estará más repartido...espero la mejora de quienes de verdad de lo han ganado.
No te olvides de mi guapa. Ni de Pili. Te quiero
P.D: Por cierto mamita, que hoy es el cumple de tu hija Ana. Que con los nervios de las notas se me había olvidado decírtelo. Cuida de ella.
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