Querida mamá:
Una nueva semana que seguro estará cargada de
noticias…buenas y malas. Los días se me pasan demasiado rápido, de verdad que
no sé si eso es bueno o malo… Sin duda sólo tenemos una oportunidad de vivir en
la vida… si el tren pasa de largo, no hay más para coger.
Papá se enfada conmigo cuando le digo que “estoy en un
sin vivir” no debería… porque él lleva así desde que te fuiste. Anoche miraba
tus fotos, las últimas que nos hicimos en el hospital…vivimos tantas cosas
juntas mamita, fueron muchas horas… y nunca supe que te morías hasta que
Miralles me lo confirmó horas antes de entrar en coma. Me culpo continuamente
de ello, como no pude ver que te morías… como no fui capaz de comprender que me
ocultabas tu dolor… ahora soy consciente de que lo sabías, sabías que era tu
final…por eso me suplicabas irte a casa… no cuelgo ninguna de las fotos de esos
días por respeto a papá, pero me encantaría hacerlo para demostrarle a la gente
que fuiste una héroe. Fuiste un ejemplo, hasta en tus últimos días. Tengo fotos
contigo en la cama, en el sillón, con la bandera del Málaga, con el libro de
Jaume, comiéndome un bocadillo que me había traído Chari… tenemos fotos con los
hermanos, los sobrinos… y tú venga posar… sin decirme que no podías más. No
sabes cuánto lo siento mamá. Una vez más…me he ido a esos momentos que no
consigo despejar de mi cabeza ni un solo día.
Pero el sin vivir viene por el problema del aval. Hemos hecho
lo que teníamos que hacer, falta la respuesta más importante y no ha llegado
aún. La necesito. La necesito para poder respirar un poco mejor que todo este
fin de semana. Si no llega a ser por Lucía, me hubiese ahogado conmigo misma.
No he tenido cabeza para centrarme en nada. Sólo en la lectura de un libro y no
bien del todo… es difícil centrarse así. Muy difícil.
Esta semana tengo grandes cosas que hacer. Te las iré
contando. La primera y más importante es que hoy nos digan algo. Eso sería lo
ideal.
Te quiero mucho mamita. No me olvides. Ni a Pili.

No hay comentarios:
Publicar un comentario