Querida mamá:
Pues se va terminando la semana. Ayer sábado hicimos la
comida familiar, pero faltaron muchos así que tampoco hubo mucho que hacer.
Como estoy tan nerviosa aún por lo vivido la semana pasada y que aún no se ha
terminado de arreglar, pues la verdad es que necesito hacer cosas. Por la
mañana, sobre la once, me fui con Coral y Salvi a limpiar y colgar los cuadros
que faltaban a la academia. Estuvimos hasta la 1 que ya me tuve que ir yo por
el tema de la comida familiar y que tengo a Lucía que ya pedía comer. Sólo
habíamos limpiado un cuarto de la academia, porque ayer lo hicimos de manera
intensiva. Quitamos cuadros, baldas, libros…todo limpito. Así que por la tarde,
después de la comida y de ir al Carrefour a dar una vuelta con Lucía, a las 6
estaba de nuevo allí. Esta vez estuve sola. No me parecía correcto llamar a
Coral, que me lo dijo, pero creía que era abusivo. Y dejé a Lucía en una mesa
haciendo deberes del cole y me puse a limpiar. Al final en hora y media estaba
todo limpito. La verdad es que se ha quedado la academia, que parece otra. El
color es muy acertado y eso hace mucho.
Ya por la noche, un poco de lo mismo…dormir a Lucía, poner
cena, escuchar al Málaga, que por cierto sufrió una goleada y el ordenador.
Esta noche ha sido larga. Hasta las 4 de la mañana no he podido conciliar el
sueño. A ver si todo va cogiendo forma…que falta me hace.
Bueno guapa, pues que hoy se espera el día tranquilito. Por
la tarde tengo que llevar a Lucía a un cumpleaños. Mientras tanto, Misa, leer,
inglés, comida y listo. Se habrá ido un domingo más.
No te olvides de pedir por mi ahí arriba. A ver si esta
semana se puede quedar el tema zanjado. Me tiene mi angustiada la verdad.
Te quiero mucho mamita. No me olvides. Ni a Pili.
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