Querida mamá:
Ya estamos de vuelta en casa. No te había dicho nada, aunque
sé que lo sabías, para evitar problemas mayores. Hemos estado toda la familia
junta en Sayalonga, un pueblo de Málaga en una casa rural. Ha sido un fin de
semana especial, de los que te hubiesen encantado. Es más, Inés pensó que
podíamos llamar a este fin de semana “Sayalonga, homenaje a mamá”. Y así ha
quedado. Ha sido un homenaje a ti. Por las noches hemos visto fotos y vídeos de
tus nietos contigo, las navidades y Reyes Magos. Tus nietos te han recordado…
han comentado entre ellos. Algunos dormían en habitaciones juntos y vinieron a
preguntarme cosas sobre ti. Me gusta que hablen con naturalidad. Quiero que lo
hagan. Que te tengan presente y te recuerden. Imagínate 36 personas para
dormir, desayunar, comer, merendar y cenar. Pues ha habido muchísima
coordinación para todo. Eso sí, hemos comido lo que no está escrito. Además
hemos disfrutado mucho de la piscina. Tú que sabes que soy de secano, decidí
ponerme el bañador también para que me diera un poco el sol. Me tumbé un rato a
leer y los hermanos me cogieron en volandas y me tiraron. La verdad es que si
no fuese por el planchazo que pegué, lo disfruté mucho. Si tuviese una
piscinita así me bañaría y dejaría de ser de secano jejeje. La verdad mamá,
unos días muy bonitos.
Lo malo es que no había internet, no lo malo…porque a veces
viene bien desconectar de las redes sociales, pero sí que es verdad que no he
podido mandar tu carta puntual, como me gusta. Pero no por eso he dejado de escribirte.
Nunca dejaré de pensar en ti y contarte las cosas… lo necesito. Es mi válvula
de escape.
Te quiero mucho mamá, no me olvides. Acuérdate de Pili,
papá, Isa, JJ, Cuñado, María y Carmenchu. Os siguen necesitando. Y pon orden
ahí arriba. Mañana empieza una semana complicada para mí. Tengo a todos los
sobrinos y tengo a todos los alumnos de la academia que se examinan en 9 días.
Tengo que luchar para que estudien mañana y tarde, ya es el último esfuerzo.
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