Querida mamá:
Hoy quería hablarte de lo impresentable
que se puede llegar a ser en esta vida. Ayer me pasó una cosa sin importancia
si pensamos en todas las cosas que ocurren en el día a día y más teniendo en
cuenta el día que se celebraba ayer, pero pasó y me hizo pensar que la gente es
demasiado superflua.
Sé que tengo poco qué hacer y que no
puedo ir cambiando a todo el mundo pero no entiendo como esas personas no
tienen a nadie al lado que les abra los ojos y les diga ¿dé que vais? Esto no
es el mundo real.
Ayer tarde fue a un desfile de moda
infantil solidario. Lo organizaban gente de clase media alta, alta. Algunos era
de esos que te miran por encima del hombro, quizá fuese porque no me había dado
tiempo a arreglarme bien con la comida familiar y aunque me había puesto un
pañuelo muy mono para disimular llevaba en los pies unas zapatillas deportivas
cuando allí iban con tacones y zapatos de primera comunión los hombres…. Había
más pintura de cara reunida en la sala que la que yo haya podido ver en toda mi
vida en la casa. Y los bolsos de las mujeres sumaban el mismo capital que 10
años de mi proyecto.
El caso es que aparqué mi coche y antes
de finalizar el desfile nos tuvimos que venir pues Adri tenía que marcharse
urgentemente al trabajo y Ana tenía que quedarse con los dos niños pequeños. Mi
sorpresa fue que al salir mi coche estaba bloqueado por otro coche.
Yo no daba crédito a lo que veía porque a
mi alrededor había más de 20 sitios libres, pero mi coche tenía un Toyota detrás
que no me dejaba salir. Después de subir y bajar la cuesta dos veces (que me
sirvió para hacer el deporte del día), llega una pareja estupenda de la muerte,
ella con su espejo y barra de labios en la mano y me dice “perdona, es que me
gustaba el número del sitio” y yo con cara de póker no daba crédito a lo que acababa de
decir. Con cara de pocos amigos la miré y maldiciendo a toda su familia me subí
al coche. Me había bloqueado el coche porque le gustaba el número que ponía en el suelo del parking.
En ese momento pensé de todo…cómo se
puede ser tan egoísta, poco coherente, irresponsable, superfluo y me quedo ahí
aunque tengo veinte calificativos más. Es que no lo entiendo ni lo voy a
entender. Pero bueno, me indignó que hubieses personas que vivieran en un mundo
no real ajeno a la realidad de las cosas. Porque para ser eso hay dos opciones
o eres tonto al cuadrado o no tienes los pies en el suelo.
En fin guapa, tenía que contártelo.
Anoche me acosté tardísimo. Primero vi una peli, luego me puse a esquematizar lo que espero sea mi tercer
libro. Tengo ganas desde hace tiempo de escribir algo que impacten de verdad. A
ver si soy capaz de hacerlo a la tercera.
Te quiero mucho guapa, no me olvides y acuérdate
de papá, María, Patricia, Cuñado y JJ.
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