Querida mamá:
Anoche apenas podía abrir un ojo del
tremendo dolor de cabeza que tenía. Forcé bastante para responder algunos
mensajes que tenía, me parecía muy descortés no hacerlo cuando me estaban
preguntando por el día.
Me quedé dormida un ratito, el suficiente
para que me desapareciera el dolor de cabeza y a las 2 de la mañana me desvelé
como si hubiese dormido toda la noche. Así que acosté a papá, que se había
quedado dormido con el móvil en la mano y las gafas puestas, me fui al cuarto,
me puse a hacer las cuentas del mes que no las había hecho, arreglé el armario,
y leí un rato largo. Después quise bajar para escribirte la carta, pero ya
sabes que soy pelín asustona. Y aunque tenía la certeza de que no me iba a
ocurrir nada, desde aquella vez que me topé con el ratón me cuesta bajar a la
cocina una vez que me he ido para arriba. Manda narices que tema más a los
ratones que a los ladrones.
Y qué te puedo decir del día de ayer. El programa
de tv estuvo fenomenal. Me salió bien, o eso creo. Me sentí cómoda, al
principio algo intimidada, porque Carmen es muy esporádica y sin esperarlo me
pidió que saludar a los padres de la academia y lo hice muy tímidamente porque
no esperaba que me pidiese eso, pero luego hablamos sobre la exclusión de los
niños en el colegio y creo que defendí bastante bien el tema.
La tarde no fue tan agradable como
esperaba. Duele ser cuestionada y más por profesionales. Tenía mucha tensión
acumulada y aquellas palabras cayeron peor que un jarro de agua fría en pleno
invierno. Pero a veces tomamos decisiones que pueden llevar a este tipo de
cuestiones. No es plato de buen gusto, pero hay que seguir caminando en la
línea que considero y de la que tengo certeza absoluta, es la correcta. La otra
reunión fue el contrapeso. Un profesor volcado 100% conmigo, diciéndome que
admiraba y respetaba todo lo que hago por todos y cada uno de los niños sin
excepción. Me felicitó por el cambio que había notado en ciertos niños que
tengo y que tienen una dificultad máxima en los estudios y me animó a seguir en
la tarea. Si las reuniones hubiesen sido al revés, me hubiese hundido. Pero
ocurrió de la mejor manera, primero el palo, luego la alegría. Eso hizo que
llegase a la academia con mejor cara de la que podía haber llegado. Aunque la
tensión había sido tan grande que cuando llegué a casa fui incapaz ni de
encender la TV. Ya sabes que casi nunca veo la TV, pero los martes ponen Homeland
y me encanta la serie. Pues ni verla de lo mal que me encontraba. Esperé a papá
que había salido y cuando llegó me fui a la cama de cabeza. Eso sí, a las 2:30
había empezado mi nuevo día. Aunque luego me volví a acostar y he dormido casi
dos horitas más.
En fin guapa, hoy el día más suave. Y no
sabes lo que lo agradezco. Vaya comienzo de semana he tenido…apoteósico. Ahora
voy con Ana a recoger unos pedidos que tenemos para el 6 de enero y volveré a
casa para ordenar un poco todo lo del viaje. Aunque parezca mentira, y a solo
dos días de irme, no tengo pensado ni que maleta me voy a llevar.
Te quiero mucho guapa, lo sabes, pero no
lo olvides. Acuérdate de papá, maría, Patricia, Cuñado y JJ.
P.d: Esta foto me la pasó ayer la Tita
Paqui. Recuerdo esa etapa tuya tan cercana, vivimos con ella y Tito Pepín momento
inolvidables para todos. Tantos fines de semana en la casa del Rincón, en la
piscina, tantas risas, tantas bromas…la tita siempre tan cercana que como
homenaje a las dos, la he querido poner. Te quiero
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