viernes, 13 de diciembre de 2013

14 de diciembre: Hoy, permítemelo mamá...



Querida mamá:

Hace días que hago un esfuerzo por no escribirte lo que realmente siento. Hoy no lo puedo evitar. Me vas a permitir una carta de bajón, porque sería mentirme a mí misma si te dijera que el mundo es maravilloso y que todo me va fenomenal.

Tú y solo tú sabes mi verdad. Aguanto mucho a diario y gracias al trabajo que tengo consigo muchos días evadirme y no pensar. El ruido, los mensajes, las llamadas, los exámenes, los deberes, las actividades,…cada cosa que hago, me sirve para no pensar.

La vida me cambió por completo el día que te fuiste. Abrí los ojos y me di cuenta que te habías ido para siempre. No había marcha atrás, no cabía la posibilidad de pedir perdón, de recuperar todo el tiempo perdido, no había manera de recuperar todos esos abrazos y besos que te negué por mis enfados o simplemente por la estupidez que me albergaba con la edad del pavo que pasé siendo una mujer. Me di cuenta que nunca más iba a poder escuchar tu voz, sí sentirla. Pero que se acabó y me arrepentí de no haberte aprovechado más en mis tiempos de juventud. Cierto es que la última etapa de tu vida la vivimos codo con codo. Me convertí en tus pies y tus manos. En un principio me cansaba, incluso me permití el lujo de gritarte ¡maldita estúpida! Diciéndote que me tenías cansada. Pero cuando realmente empecé a tomar conciencia de la realidad que estabas soportando, cuando sentí tus abrazos de desesperación en más de una prueba rogándome que no te llevara más, ahí me di cuenta que mi tiempo contigo se acababa. Y me dio tiempo retomar muchas cosas. Hablar contigo, contarte mis miedos, mis sueños, mis deseos… me quedé con lo mejor de ti. Te reclamé tantos besos y abrazos como perdidos en mi juventud…llegabas al punto de decirme “déjame hija” tú no sabías (o sí) que estaba intentado aprovechar mis últimos momentos contigo para quedarme con el mejor de tus recuerdos.

 Algunos me llaman loca por escribirte a diario, otros piensan que estoy equivocada, otros respetan y otros simplemente aceptan mi decisión. Sin duda alguna, no tengo más razón que la terapia de creerme que me lees cada día, que es la única manera que tengo de no perder el contacto. Porque pronto serán 18 los meses que no estás conmigo y siento tu pérdida como si fuese ayer. Porque por mucha positividad, mucho trabajo, mucha energía de “buen rollo” el dolor y vacío de tu ausencia está cada día de mi vida. Porque lucho por no caer, por mantenerme arriba, y si caigo me levanto mucho más rápido que antes….porque tú me has enseñado que estamos aquí de paso, porque tu ausencia me ha enseñado que esto tiene un final, un final casi igual para todos. Contigo he aprendido a valorar las cosas que tengo y a diferenciar lo realmente importante de lo que no es. Porque de nada me sirve tener la ropa guardada, coleccionar zapatillas deportivas o bolsos ya que el día que fallezca nada vendrá conmigo. Ha sido necesario que te hayas marchado para aprender a compartir, a dar sin importarme nada. Tengo fe y lo sabes, pero certeza de lo que hay después de la muerte, ninguna. Pero lo que tengo claro es que si estamos aquí y fallecemos, no tiene sentido que esto termine aquí. Por eso entiendo que esto es una prueba para nosotros. Que nuestro deber es hacer la convivencia lo más cómoda posible. Me duele cuando se me juzga por esto, pero siempre pienso lo mismo…”mientras mi madre me lea, los demás que piensen lo que quieren”. Eres mi conexión con la vida eterna. Tú eres la que me das la fuerza para seguir cada día hasta donde llegue, porque cuantas más cosas buenas hagas, deduzco que antes me iré contigo.

Miro tus fotos y no puedo dejar de pensar que ojalá tuviera otra oportunidad para abrazarte. Una más. Dios tenía que habernos creado con esa condición, cada poco tiempo poder volver a vernos. Porque este viaje sin ti… se hace eterno. Tengo que darte las gracias por tanto…

Hoy ha sido un gran día… por eso te he necesitado más que nunca. Te quiero. No lo olvides. Acuérdate de papá, Isa, Pili, Carmenchu, JJ y Cuñado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario