Querida mamá:
Hoy ha sido un día muy triste. Amanecí
con la noticia del fallecimiento de la madre María Dolores. Las cosas de la
vida, ayer mismo, tras la Misa estuvimos hablando. Sus palabras de consuelo
hacia mi proyecto y apoyo. Confiaba en lo que hacía y me felicitaba por mi
labor. Me dio mucha alegría escucharla, porque yo sé que no puedo caer en
gracia a todo el mundo, pero ella era la superiora de la comunidad e
indirectamente una de las que más mandaba en el colegio. Entonces me gustaba
saber que personas importantes dentro de la educación de mis niños valoraban mi
esfuerzo y tenían la certeza de que estaba haciendo algo bueno. Ahora me imagino
que estará ahí contigo. Dios me sigue enviando ángeles al cielo que me cuidan,
aunque hoy le he pedido a Dios que por favor también necesito ángeles aquí
conmigo.
Esta tarde, después de la academia he ido
al cementerio. Miedo me daba pensar que fueran a ponerla en la misma habitación
que a ti, pero no, no la han puesto. Aunque al entrar se me ha retorcido el
estómago de una manera muy rara. No hay vez que vaya allí que no pueda dejar de
pensar y sentir lo mismo que cuando te vi allí. Yo nunca creí que ese día
pudiese llegar. Pensaba que se morían los demás, pero no los míos. Ahora soy
consciente de la realidad de esta vida. Muy consciente. Una realidad que vivo
cada día desde el día que te enterré y supe por primera vez que nunca más
volveríamos a estar juntas en esta vida. Ahí me di cuenta que todas las veces
que había jugado con mi tesoro tan preciado como es la vida, me había equivocado.
Por eso me di cuenta que tantas operaciones para reconstruir y mejorar eran innecesarias
porque estaba perdiendo demasiado tiempo en “arreglarme” para terminar en el
mismo lugar que todo el mundo. Precisamente hoy hace trece años que entré a
quirófano. Bueno, trece años que entré a quirófano jugándome la vida, antes ya
había entrado. Para mi desgracia, he visitado más veces un quirófano que una
sala de fiestas. Espero que la cifra se quedé ahí. Porque esta que te escribe mamita, salvo que
sea de vida o muerte no se opera más. Lo tengo claro. Qué trece años más largos
y difícil he vivido. No me arrepiento de aquella operación, sí de algunas cosas
que no hice. A lo mejor ahora no sufriría tanto como lo hago. Pero también te
digo, tú misma estarás viendo que me he acostumbrado a vivir así. Hoy mismo lo
comentaba con una madre, que si no fuese porque me da miedo que el corazón se
me pare… yo soy capaz de vivir así 100 años más. Porque me he acostumbrado a
todo y creo que lo llevo muy bien. Pero claro, el corazón manda…
En fin guapa, voy a intentar dormir algo.
Mañana tengo médico con Carmen a las 9:30 de la mañana. Después iré al entierro
de María Dolores que es a las 12:30. He suspendido mi participación en el
programa de TV. Porque sentía la necesidad de estar allí. Sabes que siempre te
decía, cuando veía a las personas ir al cementerio que el cariño hay que
demostrarlo en vida. No sabes lo que me cabrea cuando se le hace un homenaje a
las personas después de muerta. A mí no me lo tienen que hacer, pero si
tuvieran que hacérmelo que me lo hagan en vida y yo lo disfrute. Por eso creo
que ir al cementerio es ya una chorrada, porque María Dolores ya sabes quien sí
o no estaba con ella, pero es verdad que la familia se siente arropada, y por
ellos hay que ir. Y por eso he pedido permiso para no ir a TV y estar en el
entierro. Después será un día más. Academia y casa.
Te quiero mucho guapa, lo sabes. Mañana
tenemos médico de Carmen, nada importante y prueba de Isa, muy importante. Acuérdate
también de papá, JJ, Cuñado y Pili. Y aprovecha para hablar con María Dolores y
hacer fuerza ahí arriba para que salgan las cosas aquí abajo. Os necesito. Te
quiero!

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