Querida mamá:
Por fin en Málaga de vuelta… no diré nada
que no sepas. Imposible decirte que el viaje fue cómodo. Sería mentir y negar
lo evidente. Por muy bien que lo lleve asumido, viajar ida y vuelta en menos de
doce hora de punta a punta de España… algo de cansancio hay que acumular.
El día de ayer fue como cuando terminan
unas fiestas y hacen la tirada de cohetes final… pues igual. Se acabaron las Navidades
y de qué manera. Empecé yendo a TV, tenía mi espacio con Carmen Abenza a las
12:45. Salí de la tele a la 13:45 y me fui directa a Marbella, sin comer,
porque tenía mi primera charla a las 15:30. Llegué en una hora, así que me sobró
algo de tiempo que me sirvió para responder algunos mensajes.
Las charlas me encantaron. El primer
grupo quedó impactado. Prueba de ello son los mensajes que me llegaron vía
twitter. Eran niñas de primero de bachiller y se sensibilizaron mucho con el
proyecto. El segundo grupo, parece que no llegó tanto. Las niñas eran más
centradas, más mayores, las de 2 de bachiller y me dio esa sensación. O al menos
eran menos receptivas.
Por último, charla a las profes. Creo que gusto de verdad. Me
gustó mucho poder contarles mi experiencia desde el punto de vista de alumna y
no de educadora. Porque les hablé desde el corazón, yo veía a Matilde sentada
en primera fila, ex profe de Conchi y Ana y quería hacerle entender lo que
sentimos algunas alumnas al otro lado. Y no me puse al nivel de educadora, que
es lo que soy y siento, sino al nivel de alumna. He transmitido lo que sienten
mis niños porque me hago cómplices de ellos y sé lo que sufren y piensan…y aunque
los oyentes, actualmente no trabajan con el colectivo que yo trabajo, sí puede
surgirles algún caso asilado que necesite un trato diferente a los demás.
Terminé de las charlas a las 19:30 y me
fui corriendo al aeropuerto. De allí hasta Barcelona con Pepe y las niñas. Tuve
la grata sorpresa de que Francesc, el pater, nos esperó y nos llevó hasta el
hotel que Pepe había reservado al lado del aeropuerto ya que a las 6 debíamos
estar de vuelta en el aeropuerto. Mientras llegamos, las niñas se
tranquilizaron nos dieron más de la 1:30 de la madrugada. Cuando ha sonado el
despertador, creí que estaba en una pesadilla. A mí me ha tocado esperar cerca
de 3 horas en los asientos del aeropuerto, me he quedado dormida como he podido
y ahora me duele el cuello, hombro y cintura. Deduzco que no he tenido una
buena postura.
En fin guapa, que ya estoy de vuelta.
Ahora me toca la rutina del día a día. Esta tarde vuelven las clases. A ver qué
tal en el nuevo local. Ya tengo alumnos con exámenes. Así que me tocará ponerme
las pilas pronto, sin opción a pararme.
Te quiero mucho guapa, no lo olvides. Acuérdate
de Papá, Isa, Carmenchu, Pili, JJ y Cuñado.
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