Querida mamá:
Son casi las 2 de la madrugada. He pensado en dejarte la
carta escrita porque tengo casi la certeza de que mañana amaneceré con este
dolor de cabeza que no consigo quitarme. Las razones son obvias… esta tarde
estaba de bajón. Estoy muy cansada y lo de papá me ha venido grande para el
cuerpo. El miedo que sentí no se me ha quitado ni aún viéndole como le veo.
Esta mejor, mucho mejor. Los dolores típicos de un golpe,
pero lo realmente importante es que está vivo. Y esa es mi mentalidad. Papá
está conmigo, con nosotros y eso es lo que importa. Le duele todo, pero es
lógico. La edad no perdona y el accidente fue muy grande. Cada hora que pasa le
doy gracias a Dios por haberme dejado a papá.
Y ahora, sin apenas poder concentrarme en las mil cosas que
tengo que hacer. Llevo cuatro horas dando bandazo en el ordenador. Mañana le
dan las notas a 49 de mis alumnos. No puedo dejar de sentir nervios. También
cierta preocupación, los segundos trimestres suelen ser duros. Los profes no
pasan la mano para que los niños aprieten las tuercas. A veces, apretar las
tuercas implica desanimo por completo. Eso le ha pasado a Emilio por ejemplo,
que no deja de esforzarse con el francés, ha sacado en el examen de evaluación
un 4,5 y a pesar de que lleva siempre los deberes a clase se lo han cargado.
Venía desolado. Indignado me decía “no estudio más francés” y es que yo sé que
el profesorado desconoce el esfuerzo que ponen muchos de los niños y solo
juzgan el examen. Y eso, no siempre es
correcto. No debería de serlo. Porque ocurren cosas como esta. Igualmente yo
conozco a Emilio. Y también sé que si le digo ponte, se va a poner. Porque
siempre hace lo que le digo, pero tengo que dejarle unos días para que se le
quite esa rabia, esa indignación, ese enfado que siente porque ve que no llega
pese a todo.
Y mañana me temo que habrá muchos Emilio. Muchos alumnos que
se han esforzado, que están luchando por salir adelante y que verán frustrados
sus esfuerzos con las notas. Primero me tocará lidiar con los padres. Muchos
buscaran culpables, desconocedores de lo que implica ser un alumno con ciertas
dificultades o circunstancia que te llevan al fracaso escolar. Otros me
buscaran para pedir explicaciones sin más y otros seguirán confiando en el
proyecto que es lo que deberían hacer todos. Luego me tocará hablar con los
alumnos. Los que no han estudiado, los que sí, felicitar a los que han
mejorado, dialogar con el que no lo ha hecho. Me tocará marca las pautas del
último tirón de este curso escolar. Hacerles entender que estamos a dos meses
de finalizar el curso y que todo esfuerzo, merecerá la pena.
Mañana, ya presiento que será un día difícil. Pero a la su
vez espero recibir buenas noticias de muchos que sí se han esforzado y los
resultados han ido llegando.
En fin guapa, me voy a dormir. Aún me queda un email por
mandar, lo hago y a la cama. Mañana vuelvo a tener una reunión, record esta
semana que me he reunido los cinco días. Se están logrando cosas bonitas para
la asociación. No es fácil, pero ya lo sabíamos. Eso sí, o busco un clon que me
eche una mano… o mis vacaciones van a tener que ser de dos meses para poder
recuperar toda la energía depositada estos días. Lo mejor, sin duda alguna, es
que me ha caído otra voluntaria del cielo. Una profesora de bachiller jubilada
por enfermedad que desea pasar las tardes echándome una mano con los mayores.
Otro ángel como Margarita. Por eso sé que los resultados van a llegar.
Te quiero mucho, lo sabes, no lo olvides. Acuérdate de papá,
te necesita mucho, Isa, Laura y Pili que la operan en breve. JJ y cuñado
también guapa.
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