Querida mamá:
Vaya fin de semana de trabajo que me espera. No es fácil
sacar esto adelante. Pero tengo la certeza de que lo haré. No tengo la menor
duda. Las notas, mejor de lo que esperaba en algunos casos y sorpresa en otros.
Sorpresa relativa, se imaginaba que podía ocurrir, pero no nos lo queríamos
creer. Anoche no podía dormir. Pensando en las mejores soluciones para unos y
otros. No es fácil personalizar las necesidades. Pero tengo dos meses por
delante para apretar tuercas y sacar adelante esto. Y lo voy a hacer. Aunque
luego necesite un mes de reposo absoluto. Aunque me tengan que coger los
párpados con pinzas, como es el caso de hoy. Porque se me junta el cansancio
con la alergia. Vamos, yo alergia conocida no tengo, pero sí sé que llega la
primavera y los ojos me lagrimean continuamente, me escuecen más y apenas puedo
fijar la vista a la claridad. Y así llevo desde que ingresé en Carlos Haya con
el tema mío de estómago. Desde ese momento, lagrimeo mucho, me escuecen, me
molesta, pero en primavera es mucho más. Ahora llevo dos días malísimos. Porque
no duele, sino que es muy incomodo.
En el caso de papá, mejor que nadie sabes como está. Es
normal. Según van pasando los días, los músculos se van relajando y él va
sintiendo más dolores. Esta noche ha dormido en el sofá. Tumbado dice que se
ahoga, que le duele más. Así que en tu sillón ha pasado la noche. Yo le he
dicho que duerma estos días, porque es cómodo ese sillón, hasta que mejore del
dolor del costado. El pobre lloraba ayer como los niños chicos. Luego el día lo
pasa mejor, se ve que la postura es lo que peor lleva.
Y hoy, cumpleaños de Ana, haremos comida familiar. Vendrán
solo a la hora de comer y se marcharán. Es por los niños, papá necesita
descansar y no dejan de ser niños. Entonces, para evitar los gritos y demás,
hemos dicho que a comer, besitos a papá y vuelta para sus casas. A mí me vendrá
también bien, porque llevo casi una semana con jaqueca. Se me calma algo con las pastillas, pero nada
más que pasa el efecto, vuelve con la misma fuerza. Entiendo que tiene que ver
mucho con la presión que tengo y el cansancio acumulado.
En fin mamita, voy a lío. Tengo muchas cosas aún por hacer.
Ya está papaíto limpito, desayunado y sentado en el sofá y la casa en orden. Hoy empecé al revés.
Porque como no viene Reme, me daba miedo que viniesen visitas y estuviese la
casa patas arriba. Cuando los fines de semana me pongo y hago las cosas, me
acuerdo de lo mucho que te gustaba tener tu casa recogida. A mí me pasa ahora
lo mismo, no puedo decir lo mismo de mi cuarto, que por broma que parezca, aún
tengo mis regalos de Reyes metidos en la caja. Me encantaron, pero ni tiempo de
disfrutarlos ni ponerlos en su sitio. Todos los días me digo “tengo que buscar
el momento de meterme en el cuarto” pero nada, nunca es el momento. Pero todo
lo que la suegra ve…, la salita, la cocina, las escaleras, tu habitación…está
todo tan recogido, tan limpio…que siempre me digo “qué contenta estará mamá” y es
que te encanaba verlo todo así.
Te quiero mucho
mamita, no lo olvides. Acuérdate de papá, Pili, Isa, Laura, Jj y Cuñado. Todos
os siguen necesitando.
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