lunes, 14 de abril de 2014

15 de abril: La historia de SuperGuille me da mucho que pensar...


Querida mamá:

Te dejo la carta escrita, ya sabes que ahora ando más liada en las mañanas que en las tardes. Ayer, al final, cuando terminé en la asociación estuve tranquilita en la casa. Los niños se han portado fenomenal. Los he llevado un rato a Mari Pepa, otro poquito a comprar y dar un paseo. Luego han jugado, haciendo una cabaña en la salita, así que ya sabrás como me la han dejado. Pero estas cosas sí que no me importan. Además, mientras ellos jugaban yo leía y preparaba la conferencia. “Buceando” por internet he encontrado una página de SuperGuille, un niño malagueño, que no creo que tenga más de 6 añitos y está luchando contra el cáncer. Entonces, me he parado a leer toda su historia, lo que sufre, lo que lucha…y veía a mis sobrinos jugando, pelando y me he dicho “ojalá sea siempre así”. La historia de SuperGuille me ha hecho entender que mejor tener que recoger cojines, mantas y poner sillas bien, que sufrir con ellos en un hospital. Claramente damos importancia a cosas tan absurdas, a veces, que esta tarde me ha servido para abrir un poquito más mis ojos. Tenía a Pablo cerca y a Manuel, solo pensar que uno de ellos podría ser Guille y me ha entrado escalofríos. No sería capaz de soportarlo.

Qué fácil es pensar que muchas cosas cambiarían si todos diésemos un paso al frente y qué difícil es lograr que todos diéramos ese paso. Qué difícil actuar y qué fácil es hablar. Tantos errores que cometemos, tantas cosas que se podrían evitar simplemente con cambiar todos y cada uno de nosotros. Por unos segundos nos estremecemos con las noticias que vemos o leemos, pero tenemos la capacidad de decir “esto no me toca de cerca, bastante tengo con lo mío” y activamos la memoria de pez en la que minutos después ya no nos acordamos de nada.

Desde que te marchaste, para mi esta memoria de pez se ha convertido en la de elefante. Aunque mi elefante es aún recién nacido y tiene mucho que crecer. Cuánto me gustaría poder meterme en las cabezas de las personas y hacerles ver el mundo que yo veo, no el que ellos describen. Pero no es fácil mamita, no lo es. Pero no pienso dejar mi lucha personal de seguir adelante. Creo que estoy en el camino correcto. Me gusta usar las redes sociales para transmitir mensajes positivos. Para malas noticias ya está la prensa. Los telediarios no sacan nada bueno, todo lo malo. Y me niego a creer que no estén ocurriendo cosas buenas en el mundo, lo que pasa es que vende el morbo, los problemas… que yo no digo que no se cuenten, pero se podrían alternar con algún mensaje positivo, que de seguir así veo a todos los españoles medicados con depresión.


En fin guapa, te dejo. Marcho a dormir, mañana haré pucherito. Los madrileños me lo han pedido. Te quiero, no lo olvides. Acuérdate de papá, Isa, JJ, Cuñado y Pili. Todos os necesitan. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario