Querida mamá:
Domingo de Resurrección y con el día de hoy despedimos la
Semana Santa. Podría decirse que con la convivencia de tus nietos madrileños la
he podido disfrutar relativamente como pensaba. Finalmente no he bajado ni un
solo día a las procesiones aunque sí he visto fotos y videos. Lo único que he
hecho fuera de lo normal es celebrar la pascua de Resurrección con la comunidad
nigeriana del barrio. Anoche fue la celebración. Y me encantó. La alegría que
desbordan estas personas es admirable y envidiable. Pienso que si la iglesia
católica española copiara de ellos lo mejor que tienen, música, palmas, bailes
y celebraciones… mucha más gente iría a Misa. Fueron 2 horas y cuarto y se me
hizo corto. Todo era alegría y cortesía.
Después de la celebración nos
invitaron a cenar con ellos. Lógicamente no me quedé. No conozco a nadie de la
comunidad, simplemente invadí su espacio porque sentía la necesidad de celebrar
la resurrección de una manera diferente. Y sabía que si acudía a mi parroquia
habitual corría el riesgo de quedarme dormida e incluso de sacar el móvil para “matar
el tiempo”. Y ese no es el objetivo. Estaba claro. El objetivo era celebrar la
fiesta más grande para los cristianos después del nacimiento del Mesías, que es
su Resurrección.
Las hermanas me escribían mensajes diciendo que si
recordábamos esta fecha en la que tú nos compraba ropa nueva. No quise
estropear el momento, pero no me acuerdo mamita, la verdad. Quizá porque veo como algo normal ir a Misa
todos los domingos del año y siempre nos ponían nuestras mejores ropas para ir.
Anoche, yo no estrené nada. Pero al menos me quité las zapatillas deportivas
para ponerme unos zapatos y me arreglé un poco. Me quité mi ropa de fin de
semana y saqué algo más formal. Menos mal que lo hice, porque los nigerianos
iban vestidos mejor que para una boda. Ahí la nota la daba yo por el color y la
ropa. Pero fue acogida de la mejor manera. En la lectura de la palabra ya tenía
sobre mis brazos a un niño de unos 3
años. Lloraba, cansado y conmigo se calmó. Lo raro en mi hubiese sido acabar el
día sin niños. Tengo un imán para ellos. Incluidos los que ni me conocen. Y si
no, que se lo pregunten a Aron. Al terminar la celebración y volver a casa se
me agarró a la pierna y me pedía que me quedase. El padre me invitó a entrar a la celebración
con ellos, pero qué va. No me atreví mamita. Sabía que pasar no me iba a pasar
nada…pero son otras costumbres…otras tradiciones, qué iba a hacer yo con todos
ellos allí metida… me dio pudor. Así que les dije que me espera papá, que por
otro lado no era mentira. Lo que no descarto es quedarme la próxima vez.
Y hoy, vuelta a mi rutinaria vida. Me pongo las pilas que el
coche se ha llenado de gasolina y empieza una semana cargada de eventos y
reuniones y que será el principio de un mes y medio sin descanso. Esta semana
tengo que cerrar el trimestre de la asociación, voy a TV, doy una conferencia y
voy a Sevilla para un congreso “lo que
de verdad importa”. Tengo ensayo con los
niños y dos tutorías. Casi nada. Así que hoy voy a aprovechar la soledad del domingo para dejar todo lo de
la semana organizado. Conferencia incluida.
Que aunque tengo claro lo que voy a
decir lo quiero tener por escrito como chuleta.
En fin guapa, supongo que ahí arriba estaréis todos de
celebración. Un día como hoy se hizo posible el cielo como lugar de encuentro
de todas las personas buenas. Así que os imagino cantando y celebrando la
valentía y aguante que tuvo Jesús para salvarnos a todos. Fue un
revolucionario. Lo imagino predicando amor en tiempos de guerra. Que par le
echó. Y cuanto se lo agradecemos quienes creemos en él.
Te quiero mucho, lo sabes, no lo olvides. Acuérdate de papá,
Isa, JJ, Cuñado y Pili. Os siguen necesitando todos.
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