sábado, 19 de abril de 2014

19 de abril: Sábado Santo: Los Janer se van...


Querida mamá:

El día de ayer fue de lo más tranquilo que te puedas imaginar. Por la mañana me llevé a tus nietos con algunos de los niños de la academia hasta el pabellón Martín Carpena para ver un entrenamiento privado del Unicaja de Málaga. Joan Plaza, el entrenador me invitó y no quise perder la oportunidad. Aunque era difícil coordinar  a los niños, porque al ser festivo… pero fueron los suficientes, a los que más le gusta el basket. Fue una experiencia especial. Al principio me costó tener a los niños en silencio, pero cuando vino uno de los ayudantes a decirnos que podíamos bajar a hacernos fotos y tirar en pista…qué emocionante fue mamita. Retrocedí 15 años atrás, en el momento en  el que Juampi y yo íbamos todos los días a ver al Unicaja entrenar. Allí vivimos muchas experiencias, pero lo que hubiese dado por que Javier Imbroda o Pedro Ramírez nos hubiese dicho aunque fuese una vez que bajáramos para tirar con los jugadores. Juampi y yo convertimos al baloncesto una forma de vida. Era nuestra pasión. Pasión que trasladé en Melilla y que me sirvió para disfrutar mucho de mi etapa como profesional.  Allí me quité todas las espinas que tenía. Jugué y entrené en un equipo femenino, y vi cada uno de los entrenamientos del primer equipo. Cuando calentaban, cogía un balón y allá iba yo a tirar a pista. Siempre tenía un balón de baloncesto en la mano. Y ayer, cuando estuve en la pista… se me fue directamente las manos a un balón. Los niños querían que tirase y lo hice, pero claro…han pasado 6 años desde que jugué la última vez y en medio de eso tengo una lesión y una operación de hombro. Así que cada vez que lanzaba el balón, sentía como si el brazo se me fuese a salir. Pero yo disimulando… pera no dar más que hablar.

Por la tarde, más tranquila aún. Leí, aproveché para preparar la conferencia que doy el próximo jueves y di clases con Emilio. A la vuelta hay varios con exámenes complicados y quiero que aprueben. Nos quedan, literales, cinco semanas mal contadas para acabar las clases.
Y hoy comida familiar. Vienen los primos de Francia, que han venido a pasar unos días aquí y despedimos a los Janer, que se marchan esta tarde- noche. Mañana volveré a mi rutinaria vida. Por mucho trabajo que den los niños, que lo dan pues son niños…dan mucha vida, sobre todo a papá. Que tiene su cabeza ocupada en estar pendiente que los niños no rompan o dejen de hacer algo que esté mal hecho. Pero tienen que volver, ya mismo hay cole.


En fin guapa, te dejo. Te quiero, no lo olvides. Acuérdate de mí. No te olvides de Papá, Isa, JJ, Cuñado y Pili. 

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