Querida mamá:
Hoy hace 35 años que me trajiste al mundo y no tengo
palabras de agradecimiento. Hoy será la última carta que te escriba pública. La
decisión está tomada desde hace unos días. Pero no dejaré de escribirte y lo
sabes. Seguiré haciéndolo cada día en mi diario porque mi mejor terapia ha sido
poder compartir contigo todo lo vivido en estos dos años y quiero seguir
haciéndolo.
Escribirte no fue algo que busqué, fue algo que me surgió.
Una idea que “copié” de un blog. Me puse en contacto con la persona y me animó
a hacerlo. Me dijo que era una manera de estar conectada contigo. Y así lo
interpreté, así lo decidí. Cada noche que te he escrito te he imaginado en tu
sillón, con tus piernas en alto, dándote el masaje en tu pierna mala con el
aloe vera. Poniéndote los parches de morfina para el dolor y pinchándote tu
insulina. Mismo ritual cada noche. Te imaginaba subida en el ascensor, apoyando
tu cabeza sobre mi brazo mientras subíamos, preparando tu muleta por si había
alguien tras la puerta… bajando las escaleras para llegar a tu cuarto. Te he
escrito sintiendo el olor de tu piel, disfrutando del olor del
perfume…imaginando tus consejos, tus caricias y tus besos antes de irnos a
dormir.
Y todas estas cosas
han sido las que me han dado el valor para seguir adelante. Un valor que he
reconfortado en estos 24 meses porque tengo claro, que hoy, hace 35 años atrás
decidiste darme la vida y no lo hiciste para verme sufrir. Has luchado y
peleado por mí con uñas y dientes. Has compartido mi sufrimiento tras mi
operación, has llorado conmigo, me has apoyado y animado a seguir adelante a
pesar de todas las razones que me hacían sentir mal. Has confiado ciegamente en
mí y apostado por mi futuro. Y yo no puedo defraudarte mamá. No puedo dejar que
se me escape la vida después de ser tan consciente de todo lo que tú has
luchado por mí. Por eso, porque te lo debo… sigo adelante.
Solo me queda, una vez más, darte las gracias por decidir
darme la vida. Gracias porque estoy viviendo una vida plena. Me siento
orgullosa de la familia que tengo. Mis sobrinos me hacen sentirme la tía más
afortunada del mundo y saber que siempre estarás conmigo me hace muy feliz.
Te quiero. No lo olvides. No descuides a Papá, JJ, Cuñado,
Isa y Pili. Los 5 llevan mucho pasado… codazo al jefe y que no se despiste
mamita. Merecen ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario