sábado, 3 de mayo de 2014

4 de mayo: ¡Feliz día de la madre!


Querida mamá:

Hoy es el día en el que se homenajean a todas las madres del mundo y tú no ibas a ser menos. No estás físicamente pero siento que nunca me has abandonado. Me aferro al recuerdo para no dejarte escapar de mis pensamientos ni un solo momento de mí día a día. Siento la necesidad de seguir contando contigo cada minuto de mi vida. 

Mamá es la primera palabra que articulamos en nuestra niñez, casi sin ser conscientes que es a esa persona a la que siempre recurriremos en busca de consuelo, de un abrazo, de una palabra de aliento.

Decir mamá es dejar que nuestra mente vuele hacia recuerdos añorados, es la dulzura, la sinceridad y la bondad resumidas en esas manos curtidas del trabajo de la casa.  Decir mamá es decir amor.

Fuiste y serás la mano fuerte que me sostuvo en el primer paso dado ante la vida; fuiste un uniforme radiante para ir impecable al colegio; fuiste una sonrisa de orgullo ante un reconocimiento, un diploma recibido. Fuiste el pañuelo que secó mis lágrimas ante todos mis fracasos, fuiste la complicidad personificada ante esa figura cariñosamente dura que representó y aún sigue representando papá. Fuiste mi compañía en los momentos duros; mi consejo ante un problema que me arrebataba el corazón. Fuiste la mejor abogada defensora de mis ilusiones y sin duda fuiste y serás el adiós más doloroso de mi vida cuando Dios te llamó para unirte a él…

GRACIAS por educarme, enseñarme a respetar, valorar y amar a los demás. GRACIAS por compartir todas mis alegrías y por ayudarme en mis tristezas. GRACIAS por escucharme, aconsejarme, por consolarme en tus regazos y compartir tus lágrimas para luego sonreír porque juntas habíamos encontrado la solución.

GRACIAS por darme una familia. GRACIAS por haberme dado la vida.


Te quiero MAMÁ. Te echo de menos. Te necesito. Feliz día. 






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