martes, 31 de julio de 2012

1 de agosto

Querida mamá: Como siempre, te escribo de madrugada. Me gusta hacerlo por la paz y tranquilidad que hay en la casa. Pero hoy me siento mal. Hoy es de esos días que de nada sirve lo que te digan, todos son reproches. Miro tu foto y no lo entiendo. No puedo creer que ya formes parte del pasado cuando hace sólo unos días estábamos juntas. De nada me sirve que me digan que estás en un sitio mejor, es lo menos que esperaba después de todo lo que has pasado, pero yo no te tengo. Y eso duele mucho. A mi no me consuela sentirte, ni saber que estarás cuidándome el resto de mi vida. No hay consuelo para este dolor tan grande. Para este vacío. La vida me ha cambiado. Hago las cosas por inercias, pero es que me da igual todo. No veo futuro más allá del mañana. Porque no siento ilusión por nada. Me falta el eslabón principal de mi puerto, me faltas tú mamaíta. Para qué enseñan en el colegio tantas matemáticas, francés, historia, física y no nos explican la muerte. No hablo de religión, hablo de la vida real. No seré yo la que ponga los rangos de dolores, pero te aseguro tu ausencia me ha creado un dolor que es lo más fuerte que pueda llegar a sentir junto a la que pudiera llegar a sentir, también, si le ocurriera algo a papá. Cómo no se nos prepara para esto. Me siento perdida, desorientada. Me siento triste, apagada. Hay días que lucho contra todo pensamiento, pero hay otros que me dan ganas de decir basta y quedarme sentada a esperar a ver que pasa. No sé como es posible que no vayas a salir de la fotografía para volver a abrazarme. No sé porque no puedo volver a besarte. No sé tantas cosas que hoy me siento rota, desilusionada y decepcionada con la vida. No creí nunca que fuera esto. Eras tan grande que merecías vivir toda la vida. Las personas como tú son necesarias siempre. Dios tendría que hacer excepciones con la gente realmente buena. Y tú eres una de ellas. Os lleva a todos los buenos y aquí nos está dejando un panorama, que de seguir así…vamos a rogar todos la marcha de esta vida. Te necesito más que nunca mami. No sé como entenderlo, no se cómo aceptarlo… ni como asumirlo. Te quiero siempre, mamita. P.D: Esta foto me la ha dado Lourdes, la hermana de Gema. Yo no la tenía. Me encanta. Estáis como papá y tú erais. Cada día entiendo más a papaito. Casi puedo imaginar lo que está pasando...

No hay comentarios:

Publicar un comentario