jueves, 26 de julio de 2012

27 de julio

Querida mamá: Aquí te pongo una foto de tres de tus veintidós nietos. Manuel, Marta y Pablo justo antes de entrar a natación. Hoy por fin termina el curso de natación. La verdad es que de los tres, Pablito ha mejorado bastante. Ya no tiene miedo al agua e incluso mete su cabeza dentro. Ayer me dio un susto tremendo. Porque después de venir de la natación, quiso bañarse en tu piscina. Lo metí y quiso enseñarme como metía la cabeza dentro del agua. Lo hizo estuvo varios segundos y no salía. Me puse a chillarle "Pablo sal, Pablo sal" y Miguel padre me decía "chiquilla déjalo que no pasa nada". Pero que sí pasa. Que él es muy asustón y me da pánico que le pueda ocurrir algo dentro del agua. La verdad es que sabes que siempre le he tenido mucho respeto, o más bien miedo, al agua. No me gusta... me asusta mucho pensar que me pueda pasar dentro algo y nadie se entere. Y eso me ocurre con Pablito. En realidad me ocurre con todos, pero sabes que Pablito es especial para mi. Por cierto mami, ayer papá tuvo como una sensación muy rara. Piensa que no se portó lo bien que se podía portar contigo el último tiempo. Yo le he dicho que se olvide, que se deje de tonterías. El siempre te trató de maravillas y lo que hizo lo hizo siempre pensando en ti. Igualmente mami, me doy cuenta que la gente habla de aliviar el dolor, que la pena sigue...yo sólo puedo decirte que cuando pongo el vídeo con tus fotos y recuerdo cada instantánea de cómo nos la hicimos, o qué pudiste decirme en ella, pienso que todo esto es un error y que vas a volver. Cuando veo las fotos con nuestras caras juntas, no me creo que no vaya a volver a sentir tu piel, esos tres besos que me dabas siempre que te lo pedía...me parece mentira que la vida se te haya acabado y ya está. Sé que estás en el cielo, pero yo te necesito aquí, a mi lado, en la vida terrenal. Me da que aún no he aterrizado, y te hago saber que puedo llegar a pensar en ti cada día unas mil veces. Toda conversación que inicio, termino nombrándote. Ya sea de comida, de amigos, de deportes...da igual, siempre sales tú en ella. Por eso pienso que realmente sigues muy presente, con la única y gran diferencia de que no te puedo tocar y eso me mata. Veo tus vídeos, escucho tu voz, repito tus frases...de verdad mamaita que eres realmente única. Has sido una madre especial... qué orgullosa debes sentirte en el cielo de todo esto. Has conseguido que todos tus hijos te adoremos con auténtica pasión... qué difícil es eso en los tiempos que corren. En fin guapa, hoy tengo un plan especial. Supongo que sabrás de que va. Si lo veo adecuado, te lo explicaré. Te quiero más que a nadie en el mundo. No lo olvides nuncaaaaa. Cuida de todos ahí arriba, sé que debes ser el alma mater del cielo. Seguro que Jesús, después de su madre María...te admira a ti. Seguríiisimo.

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