martes, 3 de julio de 2012

4 de julio; cumple de Tata y de Paulita

Querida mamá: Hoy es el cumpleaños de Tata Ana. Por eso he colgado esta foto en la que salís las dos jovencitas y guapísimas. Yo creo firmemente que estáis todos en el cielo. Porque la verdad mamá, me costaría creer en un Dios que os tuviese en el purgatorio después de todo lo vivido. Tu santidad la tengo garantizada. No creo en las casualidades. Preguntaste por la hora del fallecimiento del abuelo Paco, y te fuiste el día de María Auxiliadora cuando el médico esperaba que te hubieses marchado tres días antes y a la misma hora que el abuelo. Y te fuiste rodeada de todos tus hijos que rezaban el rosario a tu alrededor sólo 10 minutos antes. Sin duda, has ido directa al cielo. Tata Ana no era como tú, pero entregó su vida por hacer lo mejor para Papá. Se privó de comer por mandarle el dinero para que estudiara Medicina y tuviese mejor calidad de vida. Vivió sus últimos 10 años en una silla de rueda. Y jamás se quejó de nada. Le gritábamos aveces de desesperación y sólo nos pedía que no nos enfadáramos. El abuelo Paco lo viviste tú en primera persona. Al margen de las muchísimas personas que siempre nos hablaban mil maravillas de él, de su bondad. Tú lo cuidaste durante dos años que permaneció en la cama. Y tampoco se quejó a pesar de tener llagas como puños de grande. El abuelo Luis, es al que menos conocí. Pero tengo entendido que también ayudó a muchísimas personas desde su cargo. Disteis de comer a muchos vecinos del Pueblo que aún, sus familiares, agradecen. Tata Concha, igual. Por eso pienso que por mucho o poco que hayáis podido hacer de mal en vida, nunca podría equiparse con todo lo bueno que habéis dejado. No creo que Dios pueda juzgaros por nada que no sea relacionado con vuestra humanidad, cariño, responsabilidad, honestidad... y si mide eso, estáis en el cielo de cabeza. Seguro que estáis viendo el partido de la vida desde primera fila. Segura de ello. Además del cumple de Tata, mamaita, lo es también de Paulita, la hija de Chari y Carlos. La verdad es que es una niña muy especial y yo sé que querías mucho a esa familia también. Ellos te apreciaban mucho y me intentan ayudar a superar tu distanciamiento terrenal. Pero como siempre te digo mamaita, se me hace muy difícil. Me avisaron que con el paso del tiempo, se hacía más difícil superar la pérdida...y llevaban razón. Cada día que pasa lo llevo peor. Estamos de paso en esta vida mamá, lo que no sé es si lo estoy haciendo bien o no. Por eso te añoro más, porque sé que me dirías cuatro cosas para ayudarme a superar estos momentos. Te quiero mucho guapa, demasiado. Cuida de papá y de todos. Y por supuesto, no te olvides de mí. Te adoro

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