domingo, 12 de agosto de 2012

13 de agosto

Querida mamá: Mira qué foto te pongo. La verdad es que voy a intentar ser positiva pero me va a costar. Se supone que esta foto debí habérmela hecho el día de mi 33 cumpleaños. Era un sueño, un deseo que tenía desde prácticamente mi licenciatura. Mis compañeros de promoción se fueron a Cancún y yo no pude hacer ese viaje. Loli me trajo todas las fotos y me dijo que se había bañado con los delfines….en aquel mismo instante me prometí, que aunque soy “alérgica al agua”, me bañaría con delfines. Hace dos años me enteré que en Benalmádena no podías bañarte, pero sí tocarlos. En Europa está prohibido hacerlo, pero al menos me quedaba el consuelo de poder estar cerca de ellos. El caso es que durante todo un año repetí muchas veces que los tocaría el día de mi cumpleaños, pero el destino quiso que ese día estuviese en tu entierro. Recuerdo que en el mismo cementerio pensé “hoy tendría que estar en el agua con los delfines y no aquí” y como siempre me habías dicho: “yo le pido el dinero a papá y tú te bañas con los delfines”. Siempre que te pedía algo, hablabas con papá para que me lo pagarás. Cuántas veces me dijiste que era “Teresa de Calcuta” pero la realidad es que tú eras mi Teresa de Calcuta particular, además de para mucha más gente. Interactuar con los delfines cuesta 60 euros y hoy por hoy es un privilegio que no me puedo permitir. La foto vale 15 euros, es otro pequeño privilegio por los tiempos que corren, pero te doy mi palabra de hija que me he metido pensando en ti. Sé que desde el cielo estarías mirándome y diciéndome “Ya tienes tu foto hija” y por eso, al hacérmela he mirado al cielo dándote las gracias. Porque de alguna manera, la tengo gracias a ti. Ha sido un momento muy especial… Como siempre, estás presente en mí haga lo que haga. Esa sonrisa de la foto va directa al cielo mamá. Por ti, para ti y un ¡lo conseguí! Te quiero más que nunca…

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