2 de septiembre: Se marchan los Janer

Querida mamá: Que rara y sola me siento hoy. Despertarme sin tener a Pablito a mi lado diciéndome lo guapa que soy y que quiere “sayunar” me parece rarísimo. Ya se han marchado a Madrid. Llegaron bien pero menuda llantina nos dimos todos de verlos partir. Es verdad que son muchos y que dan mucho trabajo como niños que son, pero llenan la casa de vida. Verlos correr de un lado a otro, comerse todo lo que pillan, tirar los juguetes, las fundas de los sillones…todo eso…se alivia con los besos y abrazos que te dan continuamente. Manuel se pasa el día dándote tortazo en el culo y le encanta tocar el brazo. Pablito te pide cosquillas y besos cada momento. Calasu en un despiste lo tienes tumbado a tu vera. Martuchi es menos pegajosa pero de vez en cuando te suelta un “qué buena eres tita Nena”, María se ha pasado casi todo el tiempo con Ana…pero siempre está bailando y cantando. Como Annita, que se come hasta la tierra de las macetas pero luego es la felicidad andante. Siempre bailando y cantando. O Inesita, tan mayor ya. Heredando de la madre los dotes de señora. Desayunando como una auténtica “marquesa”. Pero lo que te aportan es tan bueno, llena tanto el vacío que sentimos ahora... que ya se les echa de menos. La verdad es que el verano ha sido muy movido y descansar no nos viene mal a nadie, pero sin ellos ya no va a ser lo mismo. Por lo demás, nada nuevo. Mañana se examinan mis niños. Espero que desde arriba podáis echar un cable a quien ha estudiado… algunos se merecen tener buenos resultados ahora. Espero que así sea. En fin guapa, ya sabes lo que te digo. Te quiero muchísimo. No te olvido. Imposible de hacerlo. P.D: Te `pongo una foto actual de tus nietos madrileños. Se la hicieron hace quince días. Ideales comos siempre.