domingo, 23 de septiembre de 2012

23 de septiembre

Querida mamá: Espero hoy poder descansar…porque menuda rachita llevo. La academia está en marcha. Me falta el limpiado a fondo y colgar un par de cosillas. Esta vez sí te haré caso, nada de colgar muchas cosas, que los niños se distraen y luego hay que limpiar más. Parece absurdo que haga falta que te hayas ido para que se de una cuenta que realmente llevabas razón en muchas de las cosas que me decías. Ya lo siento guapa. Esta semana que entra promete ser intensa. Son muchas cositas las que tengo que perfilar para que el próximo lunes 1 cuando abra el local esté de la mejor manera posible. Ayer manimanitas y Salvi hicieron la mudanza de los muebles y luego nos juntamos en la academia unos cuantos para colgar, tirar y montar algún que otro armario. Esto tengo que compaginarlo con los cursos de los que me he matriculado y que tengo que aprobar sí o sí, más prepararme las clases de los niños, que cada vez se hacen más mayores y tengo que ayudarles con resúmenes y demás. La verdad mamaíta, mucho currele. Aunque hoy, pretendo descansar un poco. Al menos medio día. Me gustaría quedarme relajada en el sofá, leyendo un libro y como mucho jugando al apalabrado. Para desconectar. Y luego, el otro medio día, pues ya vuelvo a meterme caña con todo lo que me queda. Como ves mami, sigo sin parar. En mi línea guapa. Te quiero mucho, lo sabes. No me olvides. P.D: Esta foto es de enero de este año. Ya estabas realmente mal, pero esa sonrisa que me regalaste en la foto, estando en el Parque San Antonio y esperando a los resultados del por qué tenías las manos muy hinchadas, era la sonrisa que me regalaste los escasos ocho meses que convivimos juntas día a día con tu enfermedad. Te lamentabas del cansancio que te producía ir a los médicos pero nunca tuviste un mal gesto hacia a mi a pesar de que se que realmente estabas sufriendo. Gracias por regalarme tantos momentos juntas. Te quiero

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