27 de septiembre: Flores de mis sobrinos

Querida mamá: Aunque los días pasan como los minutos, porque cada vez que pienso ya ha pasado otro día el dolor de tu ausencia sigue siendo terrible. La verdad es que a pesar de que somos muchos, el vacío que has dejado es imposible de llenarlo. Hay momentos en el día que pienso que estoy realmente sola, a pesar de que los medios días la casa suele parecer un comedor público de todos los que pasan por aquí para comer. Por cierto mamita que estamos de limpieza a fondo. Retirando muebles y limpiando en profundidad. Ayer la cocina tuvo un cambio radical. Y hoy pretendo que sea la despensa y el pasillo del sótano. A ver si conseguimos mantenerla limpia y ordenada. Que la verdad es que desde que te marchaste estábamos todos de capa caída y parecía que la casa se iba a limpiar y arreglar sola. Ya me he dado cuenta que no. Ah, ¿sabes una cosa? Pro la tarde me llevé una bonita sorpresa. Me llegó un paquete a casa. No sabía que podía ser ni de quien. Al ver la caja ya pude imaginar algo, pero al abrirlo venía un jarrón de plástico con un precioso ramo de rosas. En la nota ponía…”para el ángel de la guarda de los Janer” Te queremos tita Nena. Imagínate la cara que se me quedó. Me hizo muchísima ilusión recibirlo. Tú sabes muy bien lo mucho que me gustan las flores y más si son de alguien que quiero tanto como mis sobrinos. P.D: Pepe me ha pedido que te ponga una de estas rosas en tu columbario. Haré todo lo posible por estar allí el domingo en Misa y ponértela dentro. Te quiero muchísimo mamita. Nunca podrás saber terrenalmente cuanto, pero espero que seas consciente en el cielo.

Con las rosas....

La nota que le acompañaba...