29 de septiembre: Málaga "amenazada" por la lluvia...

Querida mamá: Menudo susto pasamos el día de ayer. En la radio anunciaban a partir de las 11 que se recogieran a los niños de los colegios. Se esperaba un ciclón por la ciudad y un gran diluvio tipo al que ocurrió en el 89. Lo peor fue que yo sobre las 10 de la mañana, viendo que el tiempo mejoraba y que las niñas de Conchi estaban pesadas y con ganas de ir al cole, las vestí y las llevé. La portera me dijo que había peligro de alerta roja y que sólo se habían llevado a dos niños, así que decidí dejarlas. También me quedaba tranquila porque su madre estaba allí. Pero a la media hora, veo como prácticamente ciudad jardín entero se echa a las calles. Nadie gritaba, pero se palpaba el miedo. Los teléfonos bloqueados de tantas llamadas y wassapt. Me imagino que está en las cabezas de todos aquellas inundaciones del 89 y el pánico se empezó a apoderar de todos. Todos querían que sus hijos salieran los primeros. Los profesores de todos los colegios sufrieron la irritación y el miedo de quienes querían que sus hijos salieran ya. Yo fui de nuevo por las niñas de Conchi, porque ella se debía de quedar hasta que el colegio quedara completamente vacío. Adriana, Pacololo y Antoñito eran recogidos por Ana y Adri y se venían para la casa. Los demás, ya estaban con sus padres. De pronto salta la alarma que una mujer ha muerto ahogada en Álora y un hombre está desaparecido. María José me pidió que recogiera a su hijo. Ella no podía salir de la tienda y Fco José estaba en el colegio esperando a ser recogidos. Dejé a los niños con Reme en casa y me subí al coche. En la cuesta me derrapó dos veces y ahora a la que el entró el miedo era a mi, porque había tantos coches, que la caravana estaba formada en la misma cuesta. Al final lo recogí, se lo llevé a la tienda y volví para casa. Iban pasando los minutos y sobre las 12:45 anunciaban que pasábamos de estar en alerta naranja, que el peligro se había terminado en la capital, aunque no en nuestros pueblos cercanos. Por la tarde tenía yo una reunión con los padres en la academia. No hubo reunión no clases particulares. Así que aproveché para pegarme una siesta que hacía meses no lo hacía. Después de todo tengo que agradecer al hombre del tiempo por “exagerar” y atemorizar a todos durante un día en el que no volvió a caer nada más que gotitas sueltas. Porque me quedé toda la tarde en casa sola y me cundió para hacer muchas cosas. Aunque la realidad es que si el peligro “suena”, toda precaución tratándose de niños es poca. Ya te contaré que tal guapa el día de hoy. Que ha amanecido lloviendo… pero vamos nada que ver con el día de ayer. Te quieroooo guapa.