jueves, 18 de octubre de 2012

19 de octubre: Día mundial del cáncer de mama

Querida mamá: Hoy es el día mundial del cáncer de mamá. En casi todas las ciudades españolas van a realizar actos conmemorativos del día para apoyar a todas las mujeres que han luchado, que luchan y que tendrán que luchar por desgracia contra esta enfermedad. Yo había pensado en ir a la de Madrid y luego pensé en acercarme a la de Málaga, pero no lo haré mamaíta. No lo haré porque aún no me siento con fuerzas para recordar, más vivo aún, lo último que viví contigo. Seguramente allí me encontraré a mujeres con sus pañuelos para apoyar y animar a las demás, y ellas tendrían que esperar de mi una imagen de apoyo y estoy convencida que lo único que podré facilitarles serán lágrimas en mis mejillas. Te escribo en la madrugada del viernes, lo hago porque mañana temprano precisamente me toca a mi ir al médico. Nada grave, lo grave es que tendré que volver a pisar el hospital del que saliste para ser incinerada. Lo grave es que pasaré por la puerta de cafetería en la que tantos desayunos compartimos en tus últimos ocho meses de vida, lo grave es que tendré que ponerme de frente al doctor que luchó por sacarte adelante hasta el último momento de tu aliento, lo grave es que veré enfermeras, camareros, limpiadoras...el personal que compartió nuestro dolor en los últimos instantes. Y no sé si seré capaz, no lo sé mamaíta porque aunque tengo la certeza de que hicieron todo lo que estaba a su alcance para que lograras estar bien, no puedo evitar sentir cierto dolor y rabia hacia aquel lugar. Porque rogaste salir de allí hasta el último momento, porque rogamos llevarte a casa ya que no te querías morir allí y no se pudo, no nos dejaron. Y eso lo llevo dentro. Hoy será un día difícil. Siento impotencia de pensar por qué tú no has podido ser una de las afortunadas en superar este maldito cáncer. Me parece bien si Dios tenía planificado para ti llevar el peso de esta enfermedad, pero no me parece bien que decidiera llevarte tan pronto teniendo en cuenta que hay ciento de personas que ni quieren vivir y si lo hacen…es fastidiando a los demás. Tú eras feliz aquí, tú hacías mucha falta, tú merecías tener un final mucho más feliz… supongo que algún día me lo explicaran. Te quiero mamaíta, te quiero más que nunca. Por ti este pañuelo y lazo rosa.

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