4 de octubre

Querida mamá: Ayer salió la academia en el periódico. Escribieron una noticia breve pero muy buena. Me gustó mucho el trato que le dieron la verdad. La verdad es que el trabajo está siendo más duro de lo que esperaba. Al no tenerte ahora, pues me he metido más de lleno aún y después de las clases siempre suelo tener resúmenes que hacer o trabajos que ayuden a los niños a mejorar sus notas. Tengo ganas de que esto salga bien y demostrar a mucha gente que este proyecto no sólo es una realidad sino que funciona. Tú que estás ahí arriba estás viéndolo todo. No entiendo como pueden opinar algunos profesores lo que dicen. Como tampoco puedo entender que se sientan “amenazados” por mi trabajo cuando muchos de ellos creen que los niños que yo tengo no van a llegar a ningún lado. Quiero demostrarles que se equivoca y aunque el resultado final tienen que demostrarlo los niños, tengo que estar ahí encima para que lo consigan y saquen adelante los estudios. Por cierto, Carmen ya está bien. Sin fiebre y de vuelta al cole. Si vieras lo espabilada que es. Lamento tanto que no puedas disfrutar de ella, o mejor dicho ella de ti, porque yo sé que tú estás en un sitio tan privilegiado que lo ves todo. Ojalá pudiera verte para quedarme tranquila del todo. La impotencia que tengo dentro por no poder volver a verte ni abrazarte me mata por dentro. No puedo volver a ser la que era porque me falta aire cuando respiro y ese aire eres tú. Te quiero mucho mamaíta. Más que nada ni a nadie. No me olvides.