Querida mamá:
Vaya día de miedo ayer. Pero ya pasó. Hasta anoche estuvimos
en alerta roja, ya estamos en naranja, apenas llueve y lo único que se ve son
los desastre que ha causado la lluvia. Las calles muy sucias, piedras, hojas,
ramas, suciedad repartida por las esquinas. Personas que hablan de sus
destrozos en locales, casas y portales. Nosotros tenemos que lamentar el local
de Ana. Está siniestro. Ha tenido que cancelar todos los cumpleaños hasta que
se arregle otra vez. Así es imposible levantar cabeza. Entre la crisis, los
impuestos, la huelga y ahora las catástrofes naturales… desde luego que la
suerte no está de nuestro lado. Pero como diría Miguel, Dios proveerá…además de
que poco podemos quejarnos teniendo en cuenta que hay familias que han perdido
sus hogares, sus recuerdos y coches. En mi caso, el agua entró a la academia,
pero nada que lamentar. Sólo agua y poca. Así que yo no puedo quejarme. No sé mamaíta
qué podrás hacer, lo mismo una llamada de atención del “jefe” a los de aquí
abajo no vendría mal. Se ve la cosa tan mal mami, la sociedad está dividida. Ya
se habla y se comenta de todo. Hay enfados, distanciamiento…. Aunque la
realidad es que ayer volvimos a unirnos un poco todos. A la señora que tuve que
ayudar en medio de la riada, es la abuela de dos niños que me han hecho la vida
un poco imposible. Sin embargo no me planteé en ningún momento nada. Aunque iba
asustada no dudé en ayudarla. Todo el club guay nos apoyamos el uno al otro
como hacía mucho tiempo que no lo hacíamos. Emilio vino a casa a echarme una
mano hasta en dos ocasiones… sin importarle a él correr el riesgo. Me llamaron
por teléfono muchas madres de la academia que se habían enterado de la
inundación en casa… de verdad, me sentí arropada y me gustó. Por eso, a ver si el “jefe” encauza un poco la
situación actual, porque la verdad es que está todo tan crispado que vamos a terminar
todos siendo enemigos.
En fin mamita. Hoy estás con otra persona más muy querida
por todo el mundo. Miliki ha fallecido y seguro que ha ido directo al cielo. Ahora
sí que os vais a reír. Sólo decirte lo de siempre, ayuda a quienes más lo
querían a afrontar este trago de perder a la persona más querida. Como ahora sé
lo que se siente y como cambia la vida, pues me solidarizo mucho más con todos
ellos. Que tenga fuerza para afrontar los tiempos que le vienen ahora.
Te quiero mami, mucho
más que nunca. No me olvides.
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