Querida mamá:
Pues ya es Navidad. Tengo que contarte que anoche, después
de todo, no estuvimos tan mal. A las diez de la noche, en el grupo YO que
tenemos creado en el whassapt rezamos toda la familia junta un Padre Nuestro
para ti. Estábamos todos conectados. Papá, Francisco que estaba en casa de su
suegra con Maku, Inés y Miguel desde Torreciudad, Papito y Gema desde Chilche, Raúl
desde el pueblo de Mari que no sé cómo se llama, Pepe con Kelly desde USA, Conchi desde
casa de su cuñada con José Juan, Ana desde el Rincón con Adri, Antonio al lado de papá con
Cristina, Juampi desde casa de sus suegros con Tamara y yo. Todos los que tenemos whasspat
conectados a la vez para rezarte una oración. Al terminar, yo colgué un vídeo
tuyo. Y ahí saltó un poco la emoción. No lo tenía pensando mamita. Sentí una
necesidad de hacerlo y pensé que me lo estabas diciendo tú, porque el vídeo
viene a decir que tú siempre estás con nosotros.
Nosotros empezamos a cenar a las 9 en punto, a las 9;40 ya
nos habíamos tomado el postre. Me acordé muchísimo de ti, porque siempre decías
lo mismo. No somos buenos comensales. No somos de los que nos gusta estar largo
y tendido. Nosotros vemos la comida y nos la comemos sin más. Nada de esperar y
pausar.
Los niños de Antonio abrieron los regalos que les había
traído el niño Jesús, y hablamos un rato hasta que nos fuimos a la Misa del
Gallo. La verdad mamita es que fue lo mejor que hicimos porque nos sirvió para
echarnos unas risas sin querer hacerlo.
Para empezar Antoñito nos preguntaba “¿Vamos a la Misa del
Pavo?” claro, al escucharle nos dio la risa y a él le sentó fatal. Decía que no
quería que nos riéramos. Fuimos a Misa a Cristo Rey y de pronto los raros
éramos nosotros. Había una comunidad de Africanos. Seríamos 150 personas,
veinte blancos y el resto de color. Antoñito con su inocencia mira a su madre y
le pregunta “mama ¿hay mucho moreno no?” menos mal que el niño habla bajito y
es educado.
De pronto, en medio de la Misa veo que hay un director de
ceremonia que va levantando a las personas de su asiento. Yo interpreto que van
a besar al niño Jesús y digo de ir. Veo que una de las monjas que conozco se
levanta y un vecino. Así que entiendo que estoy también invitada a hacerlo.
Antonio se negaba y papá también. Cristina se animó conmigo. En mis brazos
estaba Nachete dormido. No me dejaba hacer ningún tipo de movimiento pero como
pude lo cogí y me puse en fila. Cristina se puso delante y cuando veo que nos
toca, me doy cuenta que el niño Jesús se queda a un metro de nosotros y que la
gente no lo está besando. Veo que Cristina se agacha y yo me quedo pensando
¿Qué es lo que hacen? Cuando Cristina se da la vuelta para irse me quedo de
frente con un cesto donde la gente deposita su ofrenda económica a la Iglesia. Me
dio un ataque de risa. Para empezar no tenía dinero encima, el bolso lo había
dejado con Antonio y papá, tenía a Nacho ocupando mis dos abrazos así que no
podía hacer ni el amago de echar algo, aunque no fuese verdad. Así que lo único
que se me ocurrió fue inclinar mi cabeza en señal de respeto y aguantar la risa
hasta llegar al banco. Cuando llego me doy cuenta que papá se había decidido a
ir también. Así que los tres nos miramos controlando las risas por el apuro que
habíamos pasado. Yo no podía dejar de reírme. De pensar que toda la comunidad allí
presente se habían dado cuenta de que no había echado nada.
Ya ves mamá, que lo mejor que pudimos hacer fue ir a Misa.
Cuando nos dimos cuenta, ya eran las 2 de la madrugada y ya estábamos todos
preparados para irnos a dormir.
Hoy hacemos la Navidad todos aquí. 70 filetes he empanado.
Ahora me toca freírlos. Vamos a intentar estar todos juntos un buen rato. Falta
nos hace.
Te pongo una foto de anoche. Tu hermano Juan, como siempre,
no quiso ponerse. Mejor, porque le hubieses regañado por cómo estaba vestido.
Aunque yo debo reconocerte que estaba igual que por la mañana. Porque
directamente ni me cambié de ropa.
Te quiero muchísimo mamita. No te olvides de mí ni de Pili.
Feliz Navidad.
P.D: La foto de portada es del 25 de diciembre del año pasado. Tus cuatro hijas vestidas de pastora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario