miércoles, 26 de diciembre de 2012

26 de diciembre: Sentimientos dolorosos...


Querida mamá:
Anoche veía “Hay una cosa que te quiero decir”. Normalmente es un programa que no veo. Me genera mucho sentimiento y siempre termino pensando en lo mismo; es decir en ti. Pero anoche lo vi y claro, no dejé de pensar en todo el programa. Hubo un señor que fue para intentar juntar a todos sus hermanos. Cuando él tenía 12 años falleció su madre y su hermana y el padre no podía cuidar de ellos y los repartió entre sus familiares. Llevan 33 años sin celebrar unas fiestas juntos y él como hermano mayor quería juntarlos.
En ese momento y tras escuchar su historia me percaté que la vida de ese hombre es una tragedia comparada a la mía. Perder una madre cuando tan sólo tienes 12 años es terrible. Si lo pienso con frialdad, a nosotros la vida no nos ha tratado mal de momentos. Tus diez hijos están sanos, tenemos estudios y trabajo. Sólo el accidente de Pepe fue lo que peor hemos llevado, pero gracias a Dios se quedó en un gran susto. Yo sé que a todos nos tiene que llegar nuestra hora, lo único que mi cabeza no comprende es porqué tú tuviste que sufrir. Inés me consuela diciéndome que ha sido tu manera de pulga en la tierra para irte directa al cielo, pero sigo pensando que ya habías pulgado suficiente teniendo a diez hijos, cuidándonos, criándonos, y luchando por sacarnos a todos y cada uno de nosotros. Fueron muchas noches las que no te dejamos dormir y fueron cientos de problemas los que tuviste que solucionar. Por eso no entiendo por qué tuviste que pasar la cruz que pásate.  Veo a los vecinos con 80-85 años y son 10-15 años más los que han vivido. Si tú hubieses vivido ese tiempo abráis visto a todos tus nietos mayores, yo hubiese estado mucho más preparada para seguir caminando hasta que nos volviésemos a encontrar. Pero tu ausencia es tan fuerte, tan grande, tan notoria que no me deja vivir tranquila. Me paro a pensar y no me veo volviendo a ser feliz. No me veo como antes. No me veo cantando en Navidad feliz, ni me veo de cena riéndome a carcajadas, no me veo de viaje disfrutando ni me veo enviando un mensaje lleno de sentimiento. Hago esas cosas, claro que las hago, pero nunca volveré a ser la misma.
Te quiero mucho mamita. No me olvides. Ni a Pili. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario