Querida mamá:
Hace ya muchos días que tengo presente a Jaume Sanllorente,
el creador de “Sonrisas Bombay”. Recuerdo que la primera vez que escuché hablar
del proyecto vivía en Melilla. Me puse en contacto a través de la web porque
estaba dispuesta a irme allí para colaborar aunque fuese un simple mes. Me
pidieron principalmente el inglés. Eso me desanimó porque mi base era más bien
básica.
Luego me fueron pasando las cosas de la vida, acogí a
Junior, las cosas buenas y malas que me aportó, el trabajo, el sufrimiento… hasta
que se independizó. Luego decidí colaborar con la sociedad creando mi academia.
Un lugar para que todo el que quiera estudiar, sea cual sea el obstáculo que
tenga en la vida, lo haga apoyado por mí. Después vino tu enfermedad, tus
largas sesiones de quimio, tus noches de hospitales, tu marcha al cielo… y
ahora, volcada de lleno en mi proyecto con los más pequeños no dejo de pensar
en Jaume y su proyecto.
Me he leído su libro, los reyes me han traído su comic, le
sigo en twitter, Facebook… estuve a punto de ir a verlo en Málaga, pero justo
vino en la misma semana que te marchaste para siempre. Así que no me sentí con
la energía de verlo.
Estos días en los que me he quedado en el hospital con
Anita, le he hablado de él. Le he explicado su historia. Anita me preguntaba
que quién era mi actor favorito, mi héroe. Porque decía que a mí me gustaban
muchos famosos y tenía fotos con todos ellos… entonces le quise explicar mi sentir.
Le dije que héroe para mí era su abuelo, vamos mi padre. Porque él había
trabajo para sacar adelante a todos sus hijos y había sido capaz de inculcarnos
valores cruciales para saber ser buenas personas en esta vida, le dije que era
mi héroe porque papá te había amado y respetado toda su vida y que ahora que tú
ya no estabas, lo seguía haciendo. Ella me insistió que de los famosos quién lo
era. Entonces me paré a pensar y le dije… Anita, hay personas que destacan en
el mundo de la televisión, el deporte, en los que me puedo fijar y me pueden
gustar por algo en concreto, pero para mí un héroe es algo más que eso.
Entonces le expliqué como Jaume había decidido cambiar su vida para dársela a
los demás. Como Jaume cobraba su “trabajo” en la India con sonrisas de niños,
como Jaume se había enfrentado a los demás por buscar el derecho fundamental de
los más pequeños en un país totalmente diferente del que procedemos. Anita me
sonreía mientras le explicaba la historia. No había escuchado hablar de Sonrisas
Bombay y después de explicárselo me dejó petrificada cuando me dice “sí que es
un héroe, tita Nena. Y Ahora también será el mío”. Fui yo la que sonreí con
ella. Para mi Jaume, mamamita, es la representación de lo que siempre quise ser
y nunca fui capaz de hacer. Cuántas veces te dije que quería irme de misiones. ¿Cuántas
mamita? Ahora no siento la fuerza, que no las ganas, de hacerlo. Siento que me
debo más a la familia a la que adoro, admiro y quiero con verdadera locura.
Siento que tengo que estar aquí por todos ellos. Porque si me necesitan, tengo
que estar. Como por ejemplo estar con Anita estos días en el hospital. Somos
muchos y siempre me pueden necesitar. Pero no quiero dejar de hacer cosas por
los más débiles. Por aquellos que no conocen sus derechos o no saben luchar por
ellos; los niños.
Siento que mi labor es un eslabón de lo que está haciendo
Jaume en la India. Quizá lo siento para no frustrarme de no hacer algo que
siempre quise hacer. No sé si alguna vez iré a la India. No sé si mi cuerpo me
permitirá alguna vez hacer aquello que siempre he querido hacer, pero sí sé que
no dejaré de luchar por aquello en lo que creo. Aunque sea a una escala muy
inferior a la de Sonrisa Bombay.
Jaume es mi héroe, mi referente para seguir haciendo aquello
que creo que es lo justo para los niños. Sólo te pido mamita, que raro que te
pida algo ¿verdad? Que no dejes de protegerme, de guiarme por el camino…y ya
que estás puesta pues, que todos las buenas personas que están contigo continúen
velando por el proyecto Sonrisas Bombay, porque gracias a ellos, cientos de
niños conocen que tienen un derecho fundamental; el de sonreír.
Te quiero mamita. No me olvides. Ni a Pili.
P.D: La foto que he colgado es la viva imagen de vuestro amor, mamá. El mismo que me habéis dado y enseñado a repartir entre todos los que me rodean. Sois las personas más influyentes en mi vida, la pena es que tú no puedas terminar de darme todas las lecciones de la vida. Aún me quedaba mucho que aprender de ti.
Y esta foto de aquí es de Jaume con algunos de sus niños... solo verlas me produce la satisfacción y el orgullo que se pueda sentir de alguien al que de verdad admiras profundamente.

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