Querida mamá:
Hoy hace ocho meses que no estás con nosotros. Cada día se
hace más difícil tu ausencia. La realidad es que una se acostumbra a todo, pero
no puedo acostumbrarme a no verte más. Cada vez que pienso que esto ya es para
siempre, me vengo abajo. No entiendo cómo es posible esto. Hoy es de esos días
tristes de verdad. Además, está lloviendo.
Estoy necesitada de ti mamita. De tus besos y abrazos
principalmente. Lo hecho tantísimo de menos…no te puedes hacer una idea. Pero
tus consejos, tus palabras, tu apoyo, tu saber estar cada vez que me venía
abajo. Lamento profundamente no haberte valorado más mientras estabas
conmigo…porque la realidad es que ahora que no estás es cuando realmente me he
dado cuenta de todo lo que has hecho por mí siempre.
Son ocho meses mamá aprendiendo a vivir sin ti. Hasta ahora
te aseguro mamá, que no lo he conseguido.
Te quiero mucho mamita; no me olvides. Ni a Pili.
Esta mañana he recibido noticias de la Fundación. No son las
que esperaba. Ahora me toca reestructurar de nuevo todo. Tengo que estar
agradecida, porque al menos están ahí. Pero cuando una tiene una idea y hacen
otra… todo se desmorona. Además de que tengo 32 padres detrás de mí a los que
dar explicaciones y explicar las cosas. No es tarea fácil. No me olvides.
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