Querida mamá:
Perdona que haya
tardado tanto en escribirte… no sabes la mañana que llevo. Papá a veces se
enfada conmigo porque dice que soy muy trágica, pero es que hija mía…sino me
meto yo en barro…me pringan los demás. Claro está que esto es lo que tiene mi
trabajo. Teniendo en cuenta que estoy rodeada de un ambiente que nos gusta más
hablar y especular que otra cosa… pues al final tengo por resultado algunos
problemas.
Si yo he metido la pata, aunque me moleste, entiendo que
debo pagar las consecuencias. Pero si los demás ponen palabras de mi boca que
jamás he dicho y encime mienten sobre mi persona, el dolor el doble. Hablaba
con salvi precisamente de eso. Parece mentira que no me conozcan aún. Tantas
veces te escuché decirme que la culpa era mía por entregarme en demasía a los
demás. Pero es que no sé hacerlo de otra manera. No sé actuar a medias tinta.
Yo sé hacer las cosas de corazón, como a mí me salen… entiendo que puedo meter
la pata, que me puedo equivocar…pero se me puede corregir hablando porque nunca
nadie podrá decir que lo he hecho a traición o maldad. Vamos entre otras cosas
porque tengo muy claro y se diferenciar el bien del mal. No voy a meter la pata
nunca con tema de dinero…porque yo no he robado nunca. Si puedo meter la pata
en comentar algo, porque siempre tiendo a creer que todas las personas son
buenas y ese es mi grave error… las personas no son lo que te hacen creer.
Total mamita, que ya me han dado la mañana. Porque te juro
que mi error fue saber de más, nada más. Pero yo no he hecho nada de lo que
dicen que he hecho y que llamen a tu puerta esta mañana para decirme que van a por todas contra mí por yo haber dicho tal y
tal cosa… no me ha gustado nada, entre otras cosas, porque lo que me han dicho
es la primera vez que lo escucho. Igualmente, ya sé lo que tengo que hacer. Me
andaré con más cuidado…aunque seguro que vuelvo a tropezar con la misma piedra
porque yo soy ese animal del que habla el refrán.
Me siento mal mamita, muy mal. Y no te tengo para que me
regañes por haber dicho lo que no debía, porque no te tengo para que me
consueles y me des las palabras de aliento que necesito escuchar, porque hoy
siento una vez más que no estás para ayudarme y te necesito. Eras bastante
práctica para este tipo de cosas y aunque me decías lo que me tenías que decir,
al final me dabas los besos y abrazos que necesitaba.
Bueno mamita, voy a continuar que el día parece que
realmente va a ser largo. Te quiero mucho, no me olvides… y prepara la muleta
por si me hace falta…me la lanzas. A ver si espabilo de una puñetera vez.
Te quiero mucho guapa. No me olvides. Ni a Pili.
No hay comentarios:
Publicar un comentario