jueves, 15 de agosto de 2013

16 de agosto: terminando la semana....

Querida mamá:
Hace un rato que hemos llegado de casa de Conchi. Tu nieta estaba súper feliz, sólo había que verla. Todo ha ido fenomenal. Mucha comida, demasiada, ya se lo dije a Conchi…pero no me hace caso nunca. En fin, de comida dudo que se queje nadie… Yo he aprovechado para hacer algunas fotos de los niños para ir actualizando. Me gusta que el día de mañana tengan recuerdos para ellos tener presente que siempre fuimos una piña. Ojalá mis sobrinos sepan seguir con la tradición, que yo dudo, porque cuando se crece, se echan novi@ las cosas ya no es lo mismo. Nunca será igual los hermanos que los primos. Aunque ellos se están viendo crecer cada semana y algunos se ven a diario. A ver qué hacen.
Hoy precisamente cumple años Junior. Durante años lo sentí como un verdadero hijo. Me desviví por él en todos los sentidos. Recuerdo que el día que cumplió 15 años le regalé 15 regalos, uno por año. Aunque ya era el tercer año que cumplía conmigo, pero me pareció una fecha bonita para hacerle una fiesta especial.  Luego recuerdo como le celebré su mayoría de edad. Hice una barbacoa e invité a todos sus amigos del colegio y del equipo de baloncesto. Luego los llevé a la feria, que casualmente ese año empezaba igual que este, el mismo día.  Los años pasan, ya no se puede hablar de hijo, él tomó la decisión que tomó, pero es inevitable sentir algo especial por él. Parece que lo estoy viendo en Melilla con los tenis negros rotos preparado para entrenar en mi equipo. A la semana le estaba comprando unas botas de baloncesto. Tenía buena mano, era rápido, inteligente para el juego…pelín egoísta, pero aprendió rápido y se defendía bien. Se echa mucho de menos aquellos años. Me encantaba sentarme en un banquillo y dirigir a un equipo. Recuerdo el día que ganamos al mejor equipo de Melilla, la primera vez que se ganaba a La Salle A, ganamos de 11. Yo creía que había ganado la copa del mundo. Por eso entiendo cuando los entrenadores ganan partidos importantes lo que deben sentir porque a mi aquella victoria me sirve aún  para creer que se puede. Mi equipo llevaba sólo tres meses entrenando conmigo, sin pista ni balones. Compramos balones en el chino y regalé a todos unos pantalones cortos porque había quien venía en chándal o vaquero. En la pista de la playa me puse a entrenar a los chavales cada día. Estaban ellos tan ilusionados como yo. Hoy en día, uno de ellos juega en LEB y hace poco nos escribimos. La de vueltas que da la vida, quién me iba a decir que de los doce chavales que cogí de la “calle” y con los que formé un equipo, uno sería casi como mi hijo y otro llegaría a ser profesional.
Ahora con tantos niños como tengo en la Academia, muchas veces pienso que ojalá pudiese hacer un equipo de baloncesto. Me encuentro en la misma tesitura. Sin balones ni pista. Y yo creo que muchos de mis niños de la academia darían mucho de que hablar en un campo de baloncesto, pero más que eso, lo que desfogarían con ello. No descarto que sea la continuidad de mi proyecto el día de mañana. Lo malo es que ya he solicitado dos pistas cercanas que hay y me han sido denegadas porque están cedidas a clubes profesionales. Y a la playa va a ser que no, primero porque no hay pista como la había en Melilla y segundo porque me pilla más lejos que allí.
En fin mamá, que me he ido marcha atrás y no me centro en lo que estoy. Mañana  se termina mi primera semana de curro tras las vacaciones, empieza la feria, la que dudo que vaya a ir y empieza la cuenta atrás de las recuperaciones. El miércoles llegarán los Janer y estarán en casa hasta que comiencen el cole, así que me quedan 15 días muy intensivos.
Me voy a la cama que siguen sumando los minutos…  hoy en un día especial y bonito para Pili. Así que acompáñala guapa y que sea muy feliz, se lo merece. Acuérdate de papá, Isa, cuñado, JJ, María y Carmenchu. La cosa está chunga así que codazo al jefe y que no se me despiste por favor. Te quiero mucho, no lo olvides ni me olvides.

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