Querida mamá:
Hace un rato que hemos llegado de casa de Conchi. Tu nieta
estaba súper feliz, sólo había que verla. Todo ha ido fenomenal. Mucha comida,
demasiada, ya se lo dije a Conchi…pero no me hace caso nunca. En fin, de comida
dudo que se queje nadie… Yo he aprovechado para hacer algunas fotos de los
niños para ir actualizando. Me gusta que el día de mañana tengan recuerdos para
ellos tener presente que siempre fuimos una piña. Ojalá mis sobrinos sepan
seguir con la tradición, que yo dudo, porque cuando se crece, se echan novi@
las cosas ya no es lo mismo. Nunca será igual los hermanos que los primos. Aunque
ellos se están viendo crecer cada semana y algunos se ven a diario. A ver qué
hacen.
Hoy precisamente cumple años Junior. Durante años lo sentí
como un verdadero hijo. Me desviví por él en todos los sentidos. Recuerdo que
el día que cumplió 15 años le regalé 15 regalos, uno por año. Aunque ya era el
tercer año que cumplía conmigo, pero me pareció una fecha bonita para hacerle
una fiesta especial. Luego recuerdo como
le celebré su mayoría de edad. Hice una barbacoa e invité a todos sus amigos
del colegio y del equipo de baloncesto. Luego los llevé a la feria, que
casualmente ese año empezaba igual que este, el mismo día. Los años pasan, ya no se puede hablar de hijo,
él tomó la decisión que tomó, pero es inevitable sentir algo especial por él.
Parece que lo estoy viendo en Melilla con los tenis negros rotos preparado para
entrenar en mi equipo. A la semana le estaba comprando unas botas de baloncesto.
Tenía buena mano, era rápido, inteligente para el juego…pelín egoísta, pero
aprendió rápido y se defendía bien. Se echa mucho de menos aquellos años. Me
encantaba sentarme en un banquillo y dirigir a un equipo. Recuerdo el día que
ganamos al mejor equipo de Melilla, la primera vez que se ganaba a La Salle A,
ganamos de 11. Yo creía que había ganado la copa del mundo. Por eso entiendo
cuando los entrenadores ganan partidos importantes lo que deben sentir porque a
mi aquella victoria me sirve aún para
creer que se puede. Mi equipo llevaba sólo tres meses entrenando conmigo, sin
pista ni balones. Compramos balones en el chino y regalé a todos unos
pantalones cortos porque había quien venía en chándal o vaquero. En la pista de
la playa me puse a entrenar a los chavales cada día. Estaban ellos tan
ilusionados como yo. Hoy en día, uno de ellos juega en LEB y hace poco nos
escribimos. La de vueltas que da la vida, quién me iba a decir que de los doce
chavales que cogí de la “calle” y con los que formé un equipo, uno sería casi
como mi hijo y otro llegaría a ser profesional.
Ahora con tantos niños como tengo en la Academia, muchas
veces pienso que ojalá pudiese hacer un equipo de baloncesto. Me encuentro en
la misma tesitura. Sin balones ni pista. Y yo creo que muchos de mis niños de
la academia darían mucho de que hablar en un campo de baloncesto, pero más que
eso, lo que desfogarían con ello. No descarto que sea la continuidad de mi
proyecto el día de mañana. Lo malo es que ya he solicitado dos pistas cercanas
que hay y me han sido denegadas porque están cedidas a clubes profesionales. Y
a la playa va a ser que no, primero porque no hay pista como la había en
Melilla y segundo porque me pilla más lejos que allí.
En fin mamá, que me he ido marcha atrás y no me centro en lo
que estoy. Mañana se termina mi primera
semana de curro tras las vacaciones, empieza la feria, la que dudo que vaya a
ir y empieza la cuenta atrás de las recuperaciones. El miércoles llegarán los
Janer y estarán en casa hasta que comiencen el cole, así que me quedan 15 días
muy intensivos.
Me voy a la cama que siguen sumando los minutos… hoy en un día especial y bonito para Pili. Así
que acompáñala guapa y que sea muy feliz, se lo merece. Acuérdate de papá, Isa,
cuñado, JJ, María y Carmenchu. La cosa está chunga así que codazo al jefe y que
no se me despiste por favor. Te quiero mucho, no lo olvides ni me olvides.
No hay comentarios:
Publicar un comentario