Querida mamá:
Hoy te dejo la carta escrita de madrugada
porque en 4 horas me despierto para irme a Barcelona. Mañana, bueno hoy pero
dentro de unas horas…estaré en la ciudad condal. Puede ser un gran día para mí.
A nivel personal voy a reencontrarme con
personas que conocí en junio en Madrid, fabulosos miembros del club de lectura
de Jaume que tanto me aportan en el día a día de mi vida “ciber”.
Por otro lado, iré a visitar la sede de
Sonrisas Bombay, para saludarles y llevar de paso por allí a Yolanda y Carme,
dos amigas del club de lectura que no estuvieron por allí aún.
Pero sabes que mi vida profesional ya no
es lo que era. Aquello que empezó como una distracción para ayudar a los demás
se ha convertido en mi vida. Ahora, tu asociación, será todo para mí. Es por
eso que voy a ir a visitar a Felipe Campos, es el director General de Itaca. Un
proyecto que por lo que he ido sabiendo, es exactamente igual al mío, solo que
con mucho más rodaje, más experiencia, más apoyo y más grande. Pero la idea, el
fondo… el objetivo es compartido. Y me hace ilusión conocerle, saber más de sus
comienzos… y que me explique algunas cosillas. Porque estoy segura que será una
conversación enriquecedora y que me aportará mucho para mi futuro en la
academia.
Después, por la tarde-noche tenemos un
encuentro en Sabadell. Una cena solidaria para el proyecto Hope de Sonrisas
Bombay. Jaume hablará y eso es casi lo que más me gusta de la cena. Siempre que
lo escucho es como un “chute” de carga positiva. Siempre viendo el lado bueno
de las cosas, siempre valorando todo, siempre con esa sonrisa…. Hace que todo
sea más fácil de lo que es. En la cena ya tengo conocidos y eso me gusta mucho.
Tengo ganas de ver a Irene, Noemí, Yolanda, Isabel, Francesc y conocer nuevas caras
como Carmen, Pilar, Nuria, ect… en definitiva, voy a cargar mis pilas alcalinas
que no están agotadas pero a veces necesita una carga de positividad. Y allí lo
tendré seguro. Hay un clima de “buen rollo” de solidaridad absoluta, de comprensión
hacia personas que como yo damos pasos importantes en nuestras vidas, con mucho
riesgo, pero dándolo todo por los demás solo con la satisfacción de saber, que
la felicidad del prójimo es la de uno mismo. Y ellos, que todos forman parte de
un mismo entorno sienten casi lo mismo que siento yo, por eso compartir
momentos de risas, complicidad y horas de alegría me hará mucho bien.
El sábado ya estaré de vuelta. Supongo
que Carme tendré ordenador y podré escribirte la carta por la noche mañana. Pero
en caso de que no fuese así… lo haría a mi vuelta.
Te quiero mucho guapa, no me olvido ni te
olvides de mí. Acuérdate de papá, Isa, María, Patricia, JJ y Cuñado. Y hoy, sin
que suene egoísmo, te voy a pedir que cuides de mí. Haz que mis problemas de
salud no me impidan disfrutar de este viaje ni me hagan pasar una mal rato. Yo
tomaré mis medidas para que no ocurra, pero ya sabes que no siempre me
funciona.
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