Querida mamá:
Menos mal que se acaba el día. Que no es
que haya pasado nada malo, es que me desperté con una jaqueca impresionante y
la he ido arrastrando todo el día. Hoy he tenido el programa de TV con Carmen
Abenza, me gusta mucho lo que hago, por otro lado, es normal. Es periodismo y
yo hice la carrera por vocación, no por obligación.
Pero no quiero desviarme…aunque tengo
cosas importantes que decirte del día de mañana…creo que voy a centrarme solo
en lo que de verdad importa; Pili.
Cuando he recibido la noticia ha sido la
misma sensación que cuando me lo dijeron de ti. Siento rabia, impotencia, mal
estar, ganas de gritar al mundo ¿por qué? No lo entiendo mamita, ni lo
entenderé.
Pero ella me ha pedido que confíe en ella.
No quiere a nadie cerca que esté en actitud negativa o de pena. Ella quiere
volver a vencer el cáncer y necesita gente que le aporte buenas vibraciones. Y
yo no pienso ser de las que me aleje, todo lo contrario. Yo no sólo es que confíe
en ella, es que creo que se va a recuperar. Como ella misma me ha dicho, todo
esto le está pasando por algo, porque tiene que hacer algo grande. Y lo tiene
claro. Por eso tengo que apoyarla, por eso tengo que estar cerca de ella…porque
necesita gente que crea que se va a curar del maldito cáncer. Vaya palabra más difícil
de escribir y pronunciar. Pero a mí no me da miedo… porque sé que es tan fuerte
que lo va a lograr.
Pero te lo pido de corazón mamá. ¿Qué
está pasando ahí arriba? Este descontrol no me beneficia nada. Tengo tanas
preguntas sin respuestas que el día que coja a Dios por banda tiene que hacer
fiesta nacional, porque no pienso dejarlo hasta que me lo aclare todo.
Ya no es que me de pena, es que me jode
que después de todo lo que ha pasado tenga que repetirse la misma historia ¿por
qué mamá? ¿por qué? Si ya con una vez nos habíamos dado cuenta y mejorado mucho
como personas ¿por qué otra vez ella? Que yo no le deseo nada a nadie, pero a
ella ¿Por qué otra vez? Y te digo una cosa… Que ni se le pase por la cabeza al
gran jefe arrebatarme tan pronto ni a papá ni a Pili. Te lo digo de verdad
mamita. Bastante tengo ya, bastante dolor estoy pasando con tu pérdida para que
me haga esto. Yo creo en él, siempre lo he hecho. Y creo en sus milagros. A
veces, me quiero creer que las “tragedias” son bendiciones disfrazadas (escuché
esta expresión hace poco) pero a mí las fiestas de disfraces no me han gustado
nunca. Así que por favor mamita… codazo al jefe y que espabile. Siento que Pili
se va a curar, pero no solo tengo que sentirlo…tengo que verlo. Así que por
favor…Trini y tú poneros en marcha y hacer fuerza para que esta pesadilla se
acabe. La vida está para disfrutarla y vivirla… se me hace difícil disfrutarla
y vivirla a tope si cada poco recibo noticias de este tipo. No nos abandones
mamita. No lo hagas, por favor. Ahora más que nunca os necesito. Pili también.
Haz que os sienta cerca y que la energía que desprende le sirva para recuperarse
bien y pronto.
Te quiero y lo sabes. No me olvides. Acuérdate
de Papá, Pili, Cuñado y JJ. Pero Pili mamá, Pili…centraos en Pili.
No hay comentarios:
Publicar un comentario